Los niños no tienen sentido del riesgo y eso hace que, en ocasiones, pongan sus vidas en peligro con el único objetivo de jugar. Esto es lo que le ha sucedido a este pequeño de dos años el pasado martes en Minga Guazú, un municipio perteneciente al Alto Paraná, en Paraguay.
Estaba jugando al escondite en su casa con otros amigos cuando decidió ocultarse en el interior de la lavadora. Como no podía salir por sus propios medios, sus padres acudieron en su auxilio, pero tampoco lograron sacarlo de ahí y tuvieron que llamar a emergencias.
El capitán de los Bomberos, David Martínez, explicó a la prensa local que, después de sacar al niño atrapado en el bombo del electrodoméstico, lo trasladaron dentro del mismo a una mesa para desarmar la pieza con herramientas de corte hidráulico. Tardaron unos 15 minutos en excarcelarlo y el pequeño, afortunadamente, salió ileso.
También explicaron que el niño estuvo tranquilo en todo momento porque le dejaron un teléfono móvil para que jugase y estuviese entretenido, así les facilitaría la labor. El bombero recalcó que no es la primera vez que tienen que enfrentarse a labores así, de hecho dijo que "es la tercera vez, en una ocasión una criatura metió la cabeza en una olla y esa vez sí nos costó más".