La humanidad ha pasado por distintos períodos oscuros a lo largo de su historia que no resultan demasiado apetecibles para haber vivido en ellos. Las guerras, los desastres naturales y las enfermedades complicaban mucho la existencia de nuestros antepasados; pero nada comparado con lo que pasaron aquellos pobres hombres que vivieron en el 536 después de Cristo.
Ese año y no otro es el que han señalado los científicos de la Universidad de Harvard como el peor de la historia para los humanos. Uno de los miembros del equipo de investigación, el arqueólogo e historiador Michael McCormick, asegura que "ese año fue el comienzo de uno de los peores períodos para estar vivo, si no el peor. Nuestro estudio demuestra que no hubo signos de recuperación económica hasta el 640".
Pero, ¿qué pasó entonces para que todo fuese tan mal? A nivel político la cosa andaba bastante tranquila. Gobernaba el emperador bizantino Justiniano el Grande y tampoco es que hubiese contiendas más trágicas de lo normal; sin embargo, se daba un fenómeno extraño en el cielo. Había una niebla polvorienta que bloqueaba la luz solar e hizo disminuir las temperaturas durante un largo período de tiempo.
Caída de temperaturas y hambruna
Sequías, cambios en las estaciones y la consecuente falta de cultivos y de comida, un auténtico caos desencadenado, ahora lo sabemos, por distintas erupciones volcánicas en la Antártida y Groenlandia y los vientos que arrastraban las cenizas por todo el territorio. Un nuevo análisis del núcleo de hielo del glaciar Colle Gnifetti, situado entre Italia y Suiza, ha arrojado nueva información al respecto.
En el 536 se mezclaron cenizas volcánicas y escombros con la capa de hielo del glaciar, indicando que hubo una inusual e impresionante actividad en los volcanes, que volvieron a entrar en erupción de nuevo cuatro años después prolongando la situación de crisis. Además, en el 541 comenzó la llamada plaga de Justiniano -entre 25 y 50 millones de personas murieron en todo el mundo por la peste bubónica-, de modo que todo fue a peor.
Los brotes verdes
No fue hasta el año 640, según el mismo estudio, cuando el hielo mostró cambios en su composición, hallándose plomo y contaminación. Fue a partir de esa época cuando los humanos comenzaron a extraer y fundir metales para sus monedas, lo que se puede interpretar como el inicio de la recuperación económica. Todavía tendría que pasar un siglo para que todo se estabilizase, pero lo peor ya había pasado.