Si algunas vez has practicado un deporte de riesgo -ya sea por ti mismo o en tándem- sabrás que siempre hay una pequeña parte de la mente que se plantea si todo estará atado y bien atado. La mayoría de las veces es así, el resto del cerebro que confía en la competencia de las personas que te acompañan y en la tuya propia suele tener razón.
Pero a veces no.
Exactamente eso le pasó a Gursk3, un usuario de youtube que quiso compartir con todo el mundo el momento en el que un tranquilo paseo en ala delta se convirtió en una experiencia cercana a la muerte cuando, a los pocos segundos de despegar, se dio cuenta de que no es que no fuese correctamente atado, es que no iba atado en absoluto.
Durante dos minutos y 14 segundos que parecieron siglos, él se aferraba mientras el piloto trataba de tomar tierra, pero la dificultad de controlar el aparato mientras tratas que un pasajero no se caiga hicieron que, por momentos, se alejasen más y más del suelo.
Finalmente, cuando el pasajero ya no se podía aguantar más, el piloto logró acercarse al suelo lo suficiente como para que se soltase con relativa seguridad. La caída se fracturó la muñeca - fractura de radio distal fragmentada- que le obligó a pasar por el quirófano, donde le pusieron una placa de titáneo y seis tornillos.
Además, se desgarró el tendón del bíceps por aferrarse tan fuerte y durante tanto tiempo como lo hizo. Y realmente creemos que es un desgarro que merece la pena. Era su primer día de vacaciones, en Suiza. Eso sí, el susto no le ha quitado las ganas y lo volverá a intentar.