Ser padre no siempre es fácil. Qué diablos, nunca lo es. Si a eso le añadimos que a veces las esperas en los aeropuertos no son fáciles para los adultos, pues el drama está servido. Uno solo puede compadecerse de lo que debía estar pasando por la cabeza de este padre que tuvo que tomar medidas excepcionales.
Esta escena tuvo lugar en el aeropuerto internacional Dulles de Washington el pasado día 1 de enero. La niña tuvo que agarrarse un berrinche del copón, ante lo que su progenitor no tuvo otra opción que agarrarle por la capucha rosa y arrastrarla por el aeropuerto, ante la atónita mirada de los otros pasajeros.
Pocas veces el lenguaje corporal de una persona ha transmitido tanta derrota. Tampoco se puede perder el detalle de la hermana -o en principio parece que es la hermana-, que caminaba unos metros detrás muerta de vergüenza y, además cargando con dos mochilas.
Suponemos que los servicios de limpieza del aeropuerto estarán encantados con esta niña. Explotación infantil, se llama.