Si hay una profesión que tiene que sufrir unos estereotipos hipersexualizados esa es la de las enfermeras -porque los enfermeros no tienen que enfrentarse a tales problemas-. Durante estos días de carnavales es fácil entrar en cualquier centro comercial y encontrar disfraces de este gremio que no desentonarían en las estanterías de un sex shop, pero quizá sí en el mismo local en el que compras un cartón de leche. Carrefour ha anunciado que a partir de ahora retirará estos disfraces.
Se une así a El Corte Inglés o Alcampo, que también retiraron este tipo de vestimentas tras la petición del sindicato de enfermería SATSE. El sindicato extendió esta petición a la cadena francesa cuando constató que "Carrefour ofertaba a sus clientes hasta diez disfraces de “enfermera sexy” (vestido ajustado, falda corta, zapatos de tacón y escote pronunciado)".
Esta petición "fue bien recibida por los responsables de Carrefour que lamentaron el malestar que hubieran podido ocasionar" y confirmaron "que habían dado instrucciones para retirar cualquier stock antiguo que pudiera existir en sus hipermercados. De igual manera, se comprometieron a no comercializar en el futuro ningún tipo de disfraz de estas características".
Pese a la buena noticia, "la organización sindical denuncia, de cara a una nueva celebración de las Fiestas de Carnaval, que hay establecimientos y compañías de comercio electrónico, como Amazon o Ebay, que siguen ofertando este tipo de disfraces, por lo que insiste en la necesidad de continuar presionando para que la imagen de la mujer enfermera no sea utilizada por otros como un reclamo comercial vinculado a estereotipos sexistas".
Iconos feministas, también sexualizados
Pero lo cierto es que no solo son las enfermeras quienes sufren esta sexualización, en realidad ocurre con prácticamente cualquier posible disfraz femenino. Incluso series que precisamente quieren criticar su cosificación, como El cuento de la criada ven como recortan mucha tela con respecto al vestido de la serie de Hulu.
En este caso el disfraz era comercializado por la tienda online Yandy, que finalmente se vieron obligados a retirarlo de su catálogo ante la presión den las redes sociales. "Nuestro disfraz se ve como un símbolo de la opresión de las mujeres en lugar de una expresión del empoderamiento de las mujeres", explicaron en un comunicado. "Nuestra inspiración inicial para crear la pieza fue al presenciar su uso en los últimos meses como una poderosa imagen de protesta. Dada la respuesta sincera, respaldada por numerosas historias personales que hemos recibido, estamos eliminando el disfraz de nuestro sitio".
Ni los disfraces infantiles se salvan
Pero al menos estos disfraces son de adultos y para personas mayorcitas y con capacidad de decisión suficiente para saber qué llevan y para qué. El problema es que esta sexualización ha llegado también hasta los disfraces infantiles. Hace dos años la diputada de En Comú Podem Marta Sibina denunció la venta de estos disfraces destinados a niñas de entre 4 y 6 años.
Ada Colau no dudó en sumarse a la queja calificando estos disfraces de "violencia machista":
A raíz de esta polémica, FACUA acabó por pedir a la Fiscalía de Menores que actuase de oficio ante estos disfraces, distribuidos por la empresa Disfraces Alegría SL, entendiendo que atentaba contra la dignidad de las personas y por estar dirigidos explícitamente a menores de 16 años.
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