Ir en bicicleta por la montaña y, de golpe, encontrarte el monte ardiendo no es algo para lo que todo está preparado. Pero es exactamente lo que le pasó a Jesús Calleja, quien estaba pedaleando por la zona de la autovía que une León y Asturias cuando se encontró con las primeras brasas de lo que podía ser un drama.
Seis focos de un fuego claramente organizado: en las imágenes que retransmitió en el momento se puede ver cómo el autor o los autores habían colocado matorrales resecos en los lugares que habían prendido el fuego. Por suerte, parece que hacía poco tiempo que había comenzado y el incendio todavía no se había desencadenado.
"¡Busca una rama para apagarlo que se está encendiendo fuerte!", le grita a su acompañante. Se encontraron un grupo de seis o siete hogueras encendidas de forma muy reciente. "No sé dónde estarán, deben estar cerca y sería bueno pillarlos". Aunque no puede esconder su indignación: "¿Cómo puede haber gente tan desalmada? ¡Así empiezan los incendios!".
"Claramente han venido por este camino y han hecho varios núcleos. Han hecho como seis o siete". Esta vez hubo suerte y entre los dos lograron frenar el fuego antes de que este se descontrolase.
"Hemos llegado a tiempo y hemos podido sofocar todos los conatos de incendio de los dos lados justo cuando estaba empezando un incendio ya potente", explica Calleja. "Así que este bosque se ha salvado, pero que sepáis los incendiarios que os estamos vigilando y tarde o temprano vais a caer todos".
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