La etapa con Laporta como presidente del FC Barcelona fue, sin lugar a dudas, la más exitosa del club azulgrana, enlazando de forma casi seguida el fenomenal equipo de Ronaldinho y Rijkaard con uno de los mejores conjuntos balompédicos de la historia, el de Messi y Guardiola. La excelencia en el césped se mezclaba con una etapa tumultuosa en el palco, con numerosas luchas intestinas y episodios en los que el presidente acababa en calzoncillos en el control del aeropuerto o borracho en Luz de Gas. Laporta combinó éxitos deportivos con un ferviente nacionalismo y numerosas broncas con estrechos colaboradores que acabaron con salidas como la de Sandro Rosell, el vicepresidente deportivo o la de Ferrán Soriano, vicepresidente del área deportiva.
Una de las broncas más extravagantes tuvo lugar cuando Laporta ya había anunciado que no seguiría como presidente de la entidad, dispuesto a dar un fallido salto a la política. En un principio, el vicepresidente Alfons Godall, amigo de la infancia de Laporta, fue nombrado como su delfín, pero tuvo la desfachatez de acercarse a Ferrán Soriano para tratar de crear un frente anti-Rossell. Esto le sentó fatal a Laporta, que se sintió traicionado y le retiró el apoyo, desbaratando la candidatura y nombrando su nuevo sucesor a Jaume Ferrer, que acabó siendo el candidato menos votado con apenas un 10% del apoyo.
Desde entonces el empresario se ha dedicado a convertirse en un influencer del procés. Y parece que no acabó de encajar demasiado bien lo que está ocurriendo en la Audiencia Nacional tuiteando lo siguiente:
"No volveré nunca más en mi vida a Madrid. Es la capital del país enemigo y dominador. Un recopilatorio de todas sus esencias y poderes. De hecho, hasta que no seamos ciudadanos de la República de Cataluña con el pasaporte correspondiente, no quiero pisar Ñ [España]", publicó.
Y en Madrid no saben qué hacer:
Aunque también hay que decir que ha recibido aplausos por parte de su parroquia. Obviamente:
Esos sí, ses illes son ses illes. Haría una excepción con Menorca y Formentera, "hablamos de territorios de la nación nuestra".
Comentario que hay a quien no le ha gustado:
Godall no es para nada un extraño de los tuits polémicos, incluso hacia sus compañeros independentistas. En 2015 publicó un mensaje en referencia a Natalia Sánchez, de la CUP en el que decía "ya sé que recibiré leña, pero ¿para ser activista de la CUP hace falta ser e ir necesariamente fea de cojones?":
Aunque al menos en arte parece que tiene un gusto más elegante:
"¿Y el Prado?", le pregunta un tuitero. "Las mejores obras de arte que he visto en Madrid fueron los goles de Ronaldinho en el Bernabéu", en referencia a los dos golazos que marcó el brasileño en aquel 0-3 que hizo que el público blanco le aplaudiese.
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