Francisco I es un papa diferente, eso lo dejó claro desde el primer momento. Siempre ha buscado liderar a la Iglesia en una etapa diferente, pero es poco probable que buscase ser viral e intentar hacer la competencia a El Rubius. Pero lo cierto es que eso es lo que ha conseguido con unas peculiares imágenes ocurridas tras la misa de ayer.
Los feligreses se acercaban con la intención de besar el anillo del pescador, que le identifica como el sucesor de San Pedro. Este anillo lleva un grabado único para cada papa, pero siempre se fabrica con los restos del anillo de su antecesor. Sin embargo, parece que a Francisco I no le gusta que se lo besen, como queda claro en sus gestos, cada vez más exagerados hasta el punto de parecer un gag de Cruz y Raya.
Todo el mundo se ha visto en la situación en la que ha intentado besar a alguien y este se ha apartado, lo que popularmente se conoce como "hacer la cobra". Lo que quizá uno no espera es que quien le haga la cobra sea el sumo pontífice.
Pero la gran pregunta es ¿por qué reacciona así? Hay varias teorías al respecto, la primera es la higiene:
Otra posibilidad es que se deba a que considere que el beso a su anillo es una forma de adorarlo y que él no quiera ser adorado:
Aunque hay otros que han buscado explicaciones más peregrinas, como que en realidad lo que tenga en el dedo sea el Anillo Único de Sauron:
Cosa que es imposible, porque en ese caso no podríamos ver al papa.
Aunque dos dudas permanecen en el aire. La primera es por qué, después de ver sus gestos, todo el mundo insistía en besar el anillo, y la segunda es si, de haber sido más largo el vídeo, hubiera acabado repartiendo collejas al más puro estilo Sole en Siete vidas.
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