Es relativamente habitual que algunos animales muertos lleguen a las playas arrastrados por la corriente. Normalmente son ballenas, delfines o grandes peces que acaban varados en la arena. Sin embargo, durante la última semana las aguas del océano Atlántico han llevado a Canarias unos cuerpos que no suelen ser habituales: concretamente tres toros muertos.
El primero apareció hace unos días, el 25 de marzo, en El Médano una playa en el sur de la isla de Tenerife y que tuvo que ser arrastrado hasta tierra con una moto de agua:
Unos días después, el pasado día 27, un segundo toro apareció en Galdar, al norte de Gran Canaria, que tuvo que ser sacado del agua con una grúa.
Pero la cosa no acabó ahí, y es que el pasado 29 un tercer toro fue avistado flotando por un pesquero en las aguas que separan la isla de Tenerife y La Gomera:
El origen de estos animales es todavía un misterio, si bien hay una tesis que se impone a las demás, y ha sido la explicación dada por la Consejería de Agricultura del gobierno canario, y es la que estos animales provienen "con toda probabilidad" de algún barco de transporte de ganado. No es extraño que cuando los animales mueren a bordo sean lanzados por la borda, a pesar de que es una actividad que está prohibida por las leyes marítimas internacionales.
De hecho, no es la primera vez que ocurre, el año pasado una vaca muerta apareció en Pozo Izquierdo, al sudeste de Gran Canaria. Los animales muertos a bordo deben ser tratados como otros residuos, siendo incinerados a bordo o esperar a llegar a puerto para deshacerse de ellos, pero no todo el mundo cumple con las normas.
El principal sospechoso es el Polaris 2, un barco con bandera panameña construido en los 80 para el transporte de vehículos pero que fue reacondicionado para trasladar ganado desde Sudámerica hasta Europa y África. El barco partió desde Argentina el 22 de marzo con destino Ceuta, a donde debería llegar el 4 de abril, y en su ruta pasará por Canarias.