Pablo Motos parece decidido a aprovechar este periodo preelectoral para convertirse en la Oriana Fallaci española. Ya lanzó una puñalada a Santiago Abascal por no querer ir a su programa hasta después de las elecciones y luego puso contra las cuerdas a Pablo Iglesias.
Después de ser un poco más amable con Albert Rivera, el último en pasar por su programa ha sido el candidato del PP Pablo Casado. Y Motos salió al ataque desde el minuto uno.
La entrevista empezó con un tono cordial, hablando de los hijos del candidato. Pero la polémica empezó desde ese momento, ya que Casado aseguró que había prometido a sus dos criaturas que si ganaba "el concurso" les compraría un perro. El grito de Trancas anunciaba la polémica que saltaría a las redes sociales:
Entonces el presentador pasó "al jamón" con la primera pregunta. Y esta fue afilada. "¿Echar al 80% de los cabezas de lista es una revolución tranquila o una purga en toda regla?". "Es una renovación tranquila porque no se han ido a su casa", contestó, refiriéndose al salto de algunos de los candidatos habituales del Congreso al Senado o a las europeas.
Motos no frenó, soltando un nuevo zasca minutos después. Hablando de las encuestas, Casado repasó la trayectoria electoral del partido en los últimos años, asegurando que su espacio electoral se ha fragmentado en tres. Fue entonces cuando Motos interrumpió puñal en mano: "Lo habéis perdido por el dinero negro, la corrupción, los sobres..."
Casado, admitiendo que la corrupción les había pasado factura, trató de minimizar su extensión en el PP, asegurando que eran "un par de sinvergüenzas que han traicionado al partido". "Un par de sinvergüenzas... o dos pares", volvió a interrumpir Motos. "Los que sean", tuvo que conceder el candidato.
Motos volvería a meterle otro gol minutos después, hablando del voto útil. Casado argumentaba que la fragmentación del voto de la derecha beneficia a Sánchez, ya que la Ley d'Hont le daría más escaños a pesar de tener menos votos. "Vamos, que si te votan a ti mejor" interrumpió Motos. "Sobre todo es útil para ti". Casado no tuvo otra opción que aguantarse un gruñido ("Evidentemente, Pablo") y reírse.
Eso sí, Pablo Motos no quiso cerrar la entrevista sin soltar un latigazo a Pedro Sánchez, quien no tuvo problemas en ir a su programa cuando era un candidato pero ahora que es presidente le cuesta un poco más. "Ahora está de moda el 'no doy entrevistas'", momento en el que motos aprovechó para lamentarse: "No me toques ese tema...".
Al final, Casado decidió hacerle la competencia a Miquel Iceta, y no solo se limitó a bailar, se agarró un bajo para emular a Jimi Hendrix. Bueno, a Bruno Mars:
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