La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, abrió su canal de YouTube hace un mes y ya cuenta con más de 3.000 seguidores. En plena precampaña, la regidora de Barcelona en Comú usa la plataforma para analizar la actualidad y ofrecer su visión sobre la información que aparece en los medios de comunicación. Hasta ahí, todo normal. Los políticos, más que nunca, saben que necesitan las redes sociales para potenciar sus mensajes y llegar a la ciudadanía.
Sin embargo, lo que no parece muy inteligente es dirigirte a tu público como si fueras El Rubius porque, entre otras cosas, los adolescentes todavía no pueden votar y tú no te dedicas al entretenimiento sino a la política. Y esto es, precisamente, lo que ha hecho Colau. O, más bien, la caricatura youtuber de Colau, que no ha pasado desapercibida y está recibiendo una cascada de críticas por emplear un lenguaje teatralizado y juvenil que no le pega en absoluto.
Así, en su último vídeo, publicado el pasado 1 de abril, la primera edil analiza la cobertura de las protestas en la ciudad condal este fin de semana durante la visita de Vox, con especial atención al acto El amor gana al odio en el que tomó parte junto a activistas LGTBi. Sus quejas señalan que no salió en los medios su iniciativa y sí la concentración de "los rancios de Vox", asegurando que "lo positivo parece que no vende, los medios de comunicación siempre magnificando lo malo".
"Gente con superpower"
Pero el mensaje de la alcaldesa queda en un segundo plano cuando la escuchamos dirigirse al público empleando chascarrillos, palabras en inglés y poniendo todo tipo de muecas ante la cámara: "No dicen nada de ese acto con gente superpower, con mensajes brutales", afirmó Colau sin despeinarse. La edición no se queda atrás: grafismos, efectos sonoros y música para hacer de ella la reina del moderneo:
Obviamente era cuestión de tiempo que el vídeo de Colau llegase a Twitter para empezar Los Juegos del Escarnio. Y así ha sido. Pocos tuiteros se han resistido a cachondearse de la alcaldesa:
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