Si hay algo que puede ablandar el corazón implacable de Arturo Pérez-Reverte son los animales. Leer los pasajes que encontramos en sus obras y artículos que se refieren a seres de cuatro patas ya nos anticipa que son su debilidad, pero echando un rápido vistazo a su cuenta de Twitter lo confirmamos. Es allí donde el escritor retuitea cientos de mensajes para difundir las fotografías de gatos y perros en busca de un hogar, se preocupa por los que se han perdido y no se corta a la hora de dirigir sus dardos para afear el comportamiento que cualquiera al que hayan trincado maltratando a uno, cazadores incluidos.
Pero esta vez, su acercamiento al mundo animal no ha tenido nada que ver con ninguno de los casos anteriores, sino al contrario. Don Arturo ha retuiteado un vídeo que, suponemos, le ha llegado al corazón. Las imágenes muestran a unos hombres rescatando a unos patitos que se habían colado entre las rejas de una alcantarilla ante los graznidos desesperados de su madre. Toda una demostración de amor maternal que, gracias a la ayuda humana, ha tenido un final feliz:
Lo cierto es que, aunque el vídeo ha vuelto a hacerse viral por estas fechas, ya había sido popular entre los usuarios de las redes sociales en verano de 2015. Fue entonces cuando se conocieron más datos sobre su procedencia. La escena está grabada en las carreteras de la República Checa y los rescatadores son bomberos del país. Explicaron en su momento que acudieron hasta el lugar alertados por la llamada de un transeúnte al que le llamó la atención el movimiento y el ruido que emitía la madre.
Los animales estaban cruzando por una carretera de cuatro carriles y lo habían conseguido cuando algunas de las crías cayeron. "Ella estaba intentando socorrerlas sin éxito", explicaron los bomberos a un medio local que publicó la noticia. La madre, no obstante, no se quedó satisfecha hasta que tuvo a sus seis polluelos juntos, "así que seguimos buscando hasta que vimos que se quedaba tranquila". Cuando acabaron la tarea, los bomberos llevaron a toda la familia hasta un lago cercano para que estuvieran a salvo. Como para no emocionarse, don Arturo.
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