El Barça protagonizó ayer el que probablemente sería el chasco más estrepitoso de la historia de la Champions League de no ser porque el club azulgrana ya hizo algo peor cuando en 1994 palmó en la final de Atenas 4-0 frente al Milán. Como suele ser habitual en estos casos, las redes sociales y muy en especial Twitter han optado por la siempre deportiva opción de hacer serrín del árbol derrumbado.
Y quienes no han pasado la oportunidad de hacerlo son el equipo de La Resistencia. Hace unos meses el 'siempre pausado' Gerard Piqué estuvo en el programa de David Broncano.
Ahí se pegó una histórica sobrada respondiendo a las ya clásicas preguntas de cuánto dinero tiene ("Tengo más patrimonio que el presupuesto del Espanyol") y cuántas veces había hecho el amor en el último mes ("¿Cuentan las del Bernabéu?", en referencia a que el Barça acababa de ganar 0-3 en el campo madridista).
El community manager del programa debía ser de alguno de los equipos aludidos y se la debía tener guardada. Y es que mientras los blaugranas encajaban la derrota Anfield, él publicó el siguiente mensaje declarando intenciones:
Y en cuanto el árbitro pitó el final, devolvió las puñaladas todas juntas, que ni Arya Stark contra el Rey de la Noche:
Y parece que finalmente se quedó tranquilo.
Mientras tanto, Piqué, siempre rápido para comentar en Twitter derrotas ajenas a base de emojis, guarda un riveriano silencio. Estará buscando el camino al Wanda Metropolitano en Apple Maps.
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