Con Oriol Junqueras en la cárcel y Joan Tardà dando un paso al lado, Gabriel Rufián, al mando de su temible cuenta de Twitter, lo tenía todo para coger el testigo y convertirse en la referencia ya no solo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), sino del procés en la etapa que se abre tras el 28-A.
Pero, últimamente, su estátus de ídolo entre la tropa indepe se tambalea después de una serie de declaraciones en las que ha puesto en duda la posibilidad de lograr la independencia. "No se puede hacer la independencia contra Sabadell, Terrasa o Cornellá", declaró en Rac1.
La posibilidad de que ERC acabe pactando con el PSOE -a quien muchos indepes no perdonan su apoyo a la aplicación del artículo 155- en lugares como Barcelona e incluso a nivel nacional ha hecho que el ala más dura del soberanismo ponga en duda las intenciones a futuro de Esquerra, incluso tachándoles de traidores.
Así, Rufián salió a la palestra -es decir, a Twitter- para defender a su partido. Y lo hizo recordando su trayectoria histórica "impoluta" en cuanto a méritos de catalanismo:
Pero como era previsible, el mensaje acabó volviéndose en su contra. Algunos se dedicaron a recordar que el término "impoluto", por mucho que lo repita, difícilmente aplica a su partido. ERC ha tenido sus pozos de fango, como le ocurre por otra parte a cualquier formación política española a estas alturas:
Que tuiteros que siempre han sido muy duros con el independentismo hayan recordado estos casos de corrupción no sorprende mucho. Sin embargo, las respuestas más duras han venido desde el sector independentista, como de la influencer del procés Gallifantes, famosa por tener un perro de Jaén que solo obedecía en catalán.
Los hijos devorando a Saturno. Una nueva jugada maestra del independentismo.
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