El espeluznante testimonio de un psicólogo que trató a violadores como 'La Manada'
En la Jungla. Un tuitero ha narrado su experiencia con violadores mientras estudiaba Psicología y es profundamente inquietante.
26 junio, 2019 03:15Noticias relacionadas
La revisión por parte del Supremo de la sentencia de La Manada -los cinco agresores sexuales de los Sanfermines de 2016, en la que se concluye que el delito fue una violación y no un abuso sexual, elevando la pena hasta los 15 años de prisión, ha causado un enorme revuelo en las redes sociales.
La inmensa mayoría de las reacciones ha sido positiva, al reconocer la última instancia judicial que las circunstancias en las que se produjo el delito, con la víctima atrapada en una "ratonera" y rodeada de cinco hombres mayores que ella, equivale a la intimidación física que justifica el cargo de violación. Una minoría sigue creyendo en cambio la versión de que los cinco han sido injustamente acusados, con el líder andaluz de Vox, Francisco Serrano, como abanderado de la tesis.
En este ambiente, un hilo ha tenido una repercusión especialmente notable: el de Roberto Plaza, un tuitero que tuvo contacto directo con violadores mientras estudiaba un grado de Psicología. Durante sus prácticas, tuvo que entrevistar personalmente a un recluso que había violado a su novia.
Lo que perturbó al estudiante es que esta persona, con apariencia de "perfectamente normal", era incapaz de asumir que había cometido una violación cuando agredió a su novia porque quería mantener relaciones sexuales con ella. Su conclusión es que quienes hablan ahora de "desprotección de los hombres" tienen el mismo problema: para ellos, "el consentimiento es prescindible. El consenso ni les suena".
Mi experiencia con agresores sexuales (hilo).
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
En 2017 hice mis prácticas del grado de Psicología en un Centro de Inserción Social, en un programa de reinsercición de maltratadores con suspensión de condena. Se me pidió acudir como voluntario a co-impartir un programa en prisión.
No me explicaron cuál era la población diana. Cuando llegué, me encontré que se trataba un grupo de violadores, pederastas y asesinos. Realizamos la sesión introductoria y se me asignó a un recluso para elaborar su historia psicocial criminológica, en entrevista personal.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Huelga decir que este hombre, como el resto de integrantes del grupo, era una persona absolutamente normal. Inteligencia media, guapo, nivel cultural medio e ingresos estables. No era un monstruo. No son monstruos. No les detectaríais (yo, tampoco). Os caerían bien.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Después de romper el hielo le pedí que me hablara de los hechos que le tenían en prisión. En un relato racional, pero no ausente de contradicciones (hola, abogado Martínez; hola, magistrado González), me contó que había agredido físicamente a su pareja y luego habían tenido sexo.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
No podía entenderlo, así que le volví a preguntar. Y lo repitió. Para él no había ninguna relación entre la agresión previa y el hecho de que ella "accediera" luego a mantener relaciones sexuales. No comprendía por qué ella le había denunciado. Su perplejidad era, creo, sincera.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Atribuía su situación a los celos de ella. Llegó a decirme que, de las muchas mujeres con las que había estado, era la única de la que había estado realmente enamorado.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Ya había seguido el proceso de reinserción de un condenado por homicidio, pero terminé la entrevista con los pelos de punta. A la salida, hablé con otras compañeras y sus entrevistas hacían que la mía pareciera un paseo.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
No me vi con fuerzas y decliné seguir en el programa.
No extrapolo mi experiencia a la generalidad de los violadores. Pero no dudo de que hay un cierto número de ellos que, con plena conciencia de sus actos, son incapaces de conceptualizar lo que es una agresión sexual. El consentimiento es prescindible. El consenso ni les suena.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Así que, a todos aquellos que cuestionan la condena de la Manada, que banalizan las denuncias de agresiones, que dicen "pues va a haber que follar con un notario":
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
también sois el problema.
Incluso si nunca habéis agredido sexualmente (o, para ser precisos, incluso si es posible que ya lo hayáis hecho pero no tenéis conceptualizado lo que es una agresión sexual y lo negaríais rotundamente porque –todavía– no os han denunciado), de hecho sois el núcleo del problema.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Vuestras ideas y comentarios son el combustible social imprescindible para que las agresiones se sigan produciendo.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Vuestra misoginia, incluso si no utiliza vuestra propia mano, agrede, viola y asesina.
Porque sois factor de socialización de agresores, violadores y asesinos.
Sois el penúltimo impedimento para erradicar las agresiones, violaciones y asesinatos. A cambio, sois el peor impedimento, el más difícil de vencer, el que más daño indirecto hace.
— Roberto Plaza Mtnez. (@Gabriel_Syme_) 22 de junio de 2019
Pero sois reminiscencia del pasado. Vuestro impedimento será superado. No tengáis ninguna duda.
El relato también tuvo reacciones de todo tipo, especialmente el alegato final, que recibió no pocos aplausos:
Como víctima de agresión sexual, tu hilo me parece brutal. La declaración de él fue que me gustó porque no dije nada (me apuntaba con una pistola), a la hora que yo estaba denunciando en comisaría, el dijo que me fui de copas con él.
— SONY (@SONIAGU09937901) 23 de junio de 2019
Me has recordado una frase que me dijo mi padre (abuso sexualmente de mi desde los 9 años) cuando vió una noticia de un hombre que había tenido a su hija en un zulo durante años y la había dejado embarazada en varias ocasiones. Dijo:"Yo no soy como él, yo no soy un monstruo".
— Marigoogle (@Montse1111) 23 de junio de 2019
No pude soportar la contradicción que suponía saber como eran y esa amabilidad y simpatía que me generaban. El ambiente de la cárcel, asfixiante y controlador hizo el resto. Ademas yo era muy joven y me faltaban muchas tablas obviamente. No acabé el curso. Excelente hilo.
— Lactando en Diverso (@Lactandoendiver) 23 de junio de 2019
Y también opiniones en contra:
O sea, que el núcleo de la historia se basa en creerte a un tipo que aparenta no saber lo que ha hecho. Así trasladas la culpa a esos hombres que supuestamente "alimentan" al violador.
— Adrián Zapata García (@Zapatustra) June 23, 2019
... vamos que una vez superado, erradicaremos las agresiones, violaciones y asesinatos. Y ahora nos cuentas una de vaqueros.
— Toni (@ajjmonedero) June 23, 2019
Claro que sí. En eso estáis, caiga quien caiga y caiga lo que caiga. Pero ten en cuenta que en ese 50% de la población a la que negais la presunción de inocencia también estás tú. Y un día te podrá tocar. Porque no es cómo actúes tú, sino cómo lo haga ella.
— Galahad (@Galahad78) June 22, 2019
Dejad de negar que existen mentirosas que estoy cansada de poner noticias.
— arin 🎸🖤 #GiveRosieASolo (@arinsaltzman) June 23, 2019
Pura demagogia. Qué tendrá que ver eso con criticar cómo sistemáticamente se fríe a inocentes en prisión y de ahí la frase del notario o del contrato. Ya existen APPs de consentimiento. Vives en una realidad paralela.
— Aitor Burgos (@aitorbu) June 23, 2019
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