Hace unas semanas un jueguecito tomó al asalto las redes sociales españolas: World War Bot. ¿La razón? Ni más ni menos que el resurgimiento del Imperio Español, corregido y aumentado. Como en un sueño de Santiago Abascal, el juego simulaba una guerra mundial y España ya controlaba Europa y buena parte de África.
Todo apuntaba a que acabaría alzándose con la victoria final, pese a los intentos de Zimbabue, El Salvador y las Islas Pitcairn (que con sus 50 habitantes lograron controlar casi todo Oceanía, poca broma) por evitarlo. Este viernes, finalmente, se confirmó la victoria.
El juego es aleatorio y no permite ningún tipo de interactividad del público. Al empezar, todos los países del mapa se consideran soberanos (este matiz es importante, porque permitiría que Groenlandia, que depende de Dinamarca, conquistase el mundo).
El sistema elige un país atacante y calcula su centroide, es decir, la posición promedio de todos los puntos de la figura. Después busca el centroide más cercano de los territorios que no controla. Y ordena la invasión.
El resurgimiento del Imperio, casi como en la canción de Los Nikis, hizo del jueguecito un auténtico fenómeno en las redes de nuestro país. Hasta tal punto que el creador del bot decidió hacer una españolísima versión que acabó con victoria riojana. Es decir, que en ese extraño universo Logroño es la nueva Roma.
Terminada la Guerra Civil Bot y la Guerra Mundial Bot, uno podía pensar que los españoles nos hemos quedado sin entretenimiento tan tonto como adictivo. Pues no. Esto es Internet e Internet nunca decepciona.
Así, alguien ha decidido darle una vuelta más surrealista y crear una guerra entre famosos. Un battle royale en el que folclóricos, políticos, faranduleros y otras celebrities de nuestro país se asesinan unos a otros en el que podría ser mejor reality show de la historia. Y solo puede quedar uno.
El juego deja tuits tan absurdos como estos:
En apenas un par de días el juego ha acumulado más de 50.000 seguidores por lo que parece que la fiebre bot aún no ha entrado en decadencia en nuestro país. Por cierto, Jordi Hurtado no participa. Normal, ganaría seguro. Y hay que darle emoción.
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