¿Se acuerdan de aquellos jóvenes que llamaron al 112 desde el Angliru porque se habían quedado atrapados en mitad del temporal de nieve y el personal de emergencias les dijo que ya eran "mayorinos" para saber lo que hacían? Pues uno de ellos ha vuelto al candelero después de empotrar su coche en una fuente del siglo XVIII instalada en una rotonda del centro de Oviedo.
De la fuente de Cuatro Caños, que así se llama, todavía sale agua; pero la zona ha quedado llena de combustible y cubierta de partes de la estructura que saltaron por los aires tras el impacto del vehículo, que ocurría el pasado sábado. El conductor, según La Voz de Asturias, ha dado positivo en el control de alcoholemia que le practicaron los agentes. Sin embargo, afortunadamente no le ha pasado nada a él ni a su acompañante.
Eso sí, los vecinos de la zona tienen un cabreo importante. La fuente, que se instaló en el lugar en 1790, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1993 y ocupa la parte central de una rotonda. El conductor, que doblaba la tasa permitida, en vez de rodear el monumento siguió recto y chocó de frente con él, quedando encajado en la parte superior.
"Somos mayorinos ya para saber lo que hacemos"
El joven es un viejo conocido de los medios de todo el país después de haber protagonizado una de las conversaciones más surrealistas que se recuerdan con el 112 Asturias. Sucedía en enero de 2018, cuando el chico se había quedado atrapado junto a varios amigos en pleno temporal de nieve con su vehículo en la zona del Angliru.
Llamaron a emergencias porque, decían, no podían bajar caminando debido a que no tenían suficiente ropa de abrigo. El operador del 112, que fue posteriormente amonestado por ello, les dijo una frase que ha pasado a la posteridad: "Señor, somos mayorinos ya para saber lo que hacemos, ¿eh?", animándolos nuevamente a abandonar el lugar a pie.
La discusión entre ambos continuó con los reproches del operador, que les criticaba por haber subido hasta el puerto de montaña con una climatología tan adversa, a lo que el joven contestó que tenían un cuatro por cuatro: "Cuatro por cuatro, dieciséis. Sí, venga, buenas noches, señor", le espetó antes de colgarles. La grabación de la llamada, que se difundió en los medios de comunicación, no tardó en hacerse viral y generar debate.
Otro coche confundido en Barcelona
El de la fuente de Oviedo no ha sido el único aparcamiento cuestionable estos días. Este lunes, una conductora se confundió en la plaza de España de Barcelona y encajó el vehículo en una de las bocas del metro:
La mujer explicó a los Mossos que había confundido el acceso al metro con la entrada al centro comercial de Las Arenas propiciando el accidente.
[Más información: Confunde unas escaleras con el parking y empotra su coche en el edificio].