"Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones futuras. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo, cuyos llantos son ignorados. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este plantea porque no les queda ningún lugar donde ir". Aunque el discurso se nos hace familiar, detrás de él no está Greta Thunberg, sino otra niña que impactó al mundo con sus palabras en 1992, Severn Cullis-Suzuki.
Nacida en Canadá en 1979, tenía tan solo 12 años cuando participó en la histórica Cumbre de la Tierra que la ONU organizó en Río de Janeiro y se le conoció entonces como "la niña que silenció al mundo". No se subió a aquel estrado por casualidad, tres años antes había fundado con dos amigos del colegio Environmental Children's Organization (ECO), una asociación para implicar a los niños sobre cuestiones medioambientales.
Ahora, después de la reprimenda de Thunberg a los líderes mundiales en Nueva York, algunos han echado la vista atrás para recordar a Severn y su magistral discurso de 6 minutos que ponía sobre la mesa la problemática sobre la capa de ozono, la extinción de las especies, las talas indiscriminadas o la contaminación del agua:
Inquieta analizar los paralelismos tan claros en el discurso de ambas cuando hay 27 años de por medio entre ambos mensajes. Aquella cumbre del 92 había puesto sobre la mesa documentos muy ambiciosos que, a la vista está, parece que algunos los han guardado en un cajón todo este tiempo.
¿Qué ha sido de aquella niña?
La niña de 12 se ha convertido en una mujer de casi 40 años, pero el paso del tiempo no la ha desvinculado de sus inquietudes ecologistas. Hace un par de años, en 2017, celebró con el resto de integrantes de ECO el 25 aniversario de su viaje a Río de Janeiro.
Severn Cullis-Suzuki vive con su marido y sus hijos en el archipiélago Haida-Gwaii, que se encuentra frente a la costa oeste de Canadá. Se trata de un conjunto de islas habitadas por indígenas, los Haida, la comunidad a la que pertenece su esposo y con la que está muy implicada en reivindicaciones lingüísticas y de sostenibilidad.
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