Las astronautas Christina Koch y Jessica Meir dieron un salto de gigante para la Humanidad la semana pasada con un pequeño paseo -que en realidad, como suele ocurrir con las salidas de mantenimiento de la Estación Espacial Internacional (EEI), duró más de siete hotas- con el que se convirtieron en el primer equipo íntegramente femenino en salir al espacio de la agencia espacial estadounidense, la NASA.
Aunque fuese una salida de trabajo reglamentaria, su dimensión simbólica ha sido enorme, por lo que implica para la igualdad y la autonomía de la mujer en la carrera espacial. Cuando la NASA ha anunciado que la misión Artemisia pondrá a la primera mujer en la Luna en 2024, aún queda mucho camino por recorrer: la primera salida espacial de dos mujeres tuvo que cancelarse en marzo porque no había un traje de la talla de la astronauta Anne McClain.
Para celebrar el acontecimiento, el presidente Donald Trump conectó desde la Casa Blanca para saludar a las pioneras. Había cierta tensión en la sala, debido a los desastrosos precedentes del presidente de EEUU a la hora de abordar las cuestiones de género y al hecho de que pertenece a la generación de estadounidenses que acusan abiertamente a la integración de las mujeres de perjudicar al programa espacial. Pero todo fue correcto -con una excepción que dejamos para luego.
Eso sí, el evento brindó a una leyenda de la gran pantalla un zasca a Trump de dimensiones astronómicas: hablamos de Bette Midler, la actriz, humorista y artista polifacética que nos conquistó con El retorno de las brujas y El club de las primeras esposas. La intérprete, que también es una feroz crítica del mandatario, nos regaló esta muestra de su sarcástico ingenio que ha tenido medio millón de favs en Twitter:
"Ayer, Trump hablo con dos mujeres astronautas americanas mientras estaban en el espacio. No solo hicieron historia al ser el primer equipo íntegramente femenino en realizar un paseo espacial, también hicieron historia al ser las primeras mujeres que hablaron con Trump a una distancia que se puede considerar lo bastante segura".
¿Les hizo Trump la peineta?
Otra controversia relacionada con la conferencia entre las astronautas y el presidente tiene que ver con una de las previsibles y habituales meteduras de pata del mandatario. Así, Trump las felicitó por ser "las primeras mujeres en realizar un paseo espacial", cuando esto no es cierto en absoluto: son las primeras en hacerlo sin hombres que las acompañen. La primera fuera la rusa Svetlana Savitskaya en 1984 y desde entonces 15 mujeres han realizado este tipo de misiones.
Así se lo hizo saber educadamente Meir, ensalzando en sus palabras a otras pioneras del espacio y a sus compañeros masculinos que han permitido llegar a este momento. Y mientras la escuchaba, Trump hizo un gesto al que las redes han sacado punta: se rascó la ceja con el dedo medio extendido, lo que se puede interpretar como una peineta disimulada.
A estas alturas, estamos acostumbrados a esperar lo peor de Trump, especialmente en cuanto a misoginia se refiere. Pero, ¿estaba realmente mandando a paseo a la astronauta por atreverse a corregirle? El caso ha hecho correr tinta en EEUU, y la legendaria web Snopes.com, especializada en investigar bulos en la red desde los años noventa, ha puesto la lupa sobre el tema.
Lo cierto, concluyen los expertos, es que este gesto de Trump ya ha sido observado en público en otros contextos. En el propio vídeo de la conferencia espacial se puede ver cómo se toca la frente y la base de su característico tupé con los dedos mientras espera la conexión. Aunque, eso sí, no usa el dedo medio.
Por otra parte, el mandatario es conocido por sus rabietas, hasta el punto de pintarrajear un mapa meteorológico para incluir un estado en la previsión del paso del huracán Dorian solo por no tener que rectificar uno de sus tuits. Así que probablemente la verdad sobre el incidente esté fuera del alcance de nada salvo el psicoanálisis.
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