Que los padres se manejen con soltura en las redes sociales y WhatsApp es una bendición. Y no lo decimos solamente por la comodidad de tenerlos más disponibles, sino también por los grandes momentos que nos brindan al otro lado del teclado después de llevar en modo "escribiendo" una media hora, claro.
En esta ocasión vamos a conocer a la madre de Alberto, que es experta en el arte de cachondearse de su hijo con una elegancia y una fluidez que ya quisieran muchos. La historia de este troleo, en el que también acaba participando su padre, cuenta con cerca de 8.000 retuits. Las capturas de pantalla de la conversación son tan hilarantes que algunos no descartan que pueda ser un invento.
La trama es la siguiente: la madre de Alberto le pide que pase por el Mercadona a por unos filetes de pollo "que pensaba que había, pero resulta que no". Él le contesta que no tiene dinero, pero ella contraataca dejándolo boquiabierto: "Da igual, te hago un Bizum". "Pero, ¿cómo sabes tú lo que es Bizum, mamá? Deja ya de ser tan moderna", le contesta el joven incrédulo.
"Vamos, que has fumado"
Total, que el chico confiesa que sí tenía dinero, pero que le daba pereza, y finalmente se pone en marcha mientras su madre le advierte que "lo decía por ti, que tu padre y yo cenamos fuera". Alberto le replica que entonces se cogerá un kebab, pero ella le asegura que "no cenamos fuera, te lo he dicho por darte envidia, nada más".
El chaval llega al supermercado, compra lomo porque "mola más" y le manda un selfie con la bandeja. "Levanta las persianas, que vaya ojos que llevas, ¿tienes sueño?", le dice añadiendo un contundente "qué feo eres, hijo". A todo esto, desde que la madre le pidió los filetes hasta que él envió la foto habían pasado tres horas y media.
La madre, suponemos que un poco cansada, le pregunta que cuánto tarda en comprar y Alberto se sincera: "Mamá, a mí no me puedes mandar a comprar con los monchis que tengo porque me apetece todo". "¿Qué son monchis? ¿Son bollos? Tráelos y así los probamos tu padre y yo", le pregunta ella, y él comenta que "son las ganas de comer, pero hambre que por más que comas no te sacia". "Vamos, que has fumado", sentencia la mujer.
"Disfruta los filetes"
Casi cinco horas después del primer mensaje, Alberto llega a casa y se encuentra una nota firmada por su padre. "Mamá y yo cenamos por ahí, disfruta los filetes", ponía. El chaval pregunta que qué broma es esa y la madre le responde que gracias por haber ido a la compra y que están en un restaurante italiano:
En cuanto empezó a viralizarse, Alberto no tardó en hacer una pequeña postdata a la historia:
No te preocupes, Alberto, procuraremos no hacerlo.
[Más información: La madre que quiso ser celestina y acabó liándola]