"Que no se te caiga el jabón es un juego de cartas con humor negro, faroleo, puñaladas por la espalda y suerte absurda. Es un juego de ritmo rápido de tipo 'pasa la patata caliente' emplazado en la ducha de una prisión. Su objetivo es evitar ser el jugador que juegue una carta de jabón". Así explica SD Games en qué consiste este juego en el que pueden participar de 3 a 6 jugadores mayores de 18 años, según su web.
Al margen de la descripción, a los colectivos LGTBi y a las asociaciones de víctimas de violación les parece de todo menos gracioso. Tanto, que sus protestas han llegado hasta la Generalitat. El Gobierno catalán ha puesto el caso en manos de la Fiscalía por un posible delito de odio. Las propias normas del juego, además del nombre, resultan bastante homófobas teniendo en cuenta que, por ejemplo, una de las cartas muestra a un hombre erecto que dice lo siguiente: "¡Chico nuevo! Me lo llevo para enseñarle las duchas".
La idea original del juego es de Fat Fox Games, pero SD Games lo distribuye en España a un precio de unos 16 euros. Tras el expediente de oficio abierto por el Departamento de Afers Socials de la Generalitat, la compañía ha querido dar explicaciones en un comunicado asegurando que solo pretende "incitar la reflexión" sobre las violaciones:
Además, insisten en su "absoluta condena y repulsa contra la homofobia, el racismo, el antisemitismo y cualquier otra conducta discriminatoria" y piden que se tenga cuenta el juego desde "un contexto satírico y cargado de humor negro": "La problemática que pone de manifiesto es un reflejo de una realidad dura, desagradable e incluso políticamente incorrecta pero innegable", argumentan.
Sin embargo, sus palabras no ha hecho más que avivar el fuego y las reacciones en Twitter han seguido aumentando:
Incluso, el ilustrador Carles Ponsí, de El Jueves, ha diseñado otros hipotéticos juegos para explicar por qué se trata de algo ofensivo:
Desde luego, incluso haciendo gala del mejor humor del mundo, a todas luces hay algo en este juego que da bastante repelús. Pero también tiene defensores, como Risto Mejide y Marta Flich, que escenificaban una partida en su programa Todo es mentira. "Es ficción de humor negro. Espero que nadie se vaya a querellar contra un juego de zombis", afirmaban.
En un giro que provoca una luxación mental, llegaban a decir que "los homofóbos son los que tildan al juego de homófobo" por "asociar a los presos con la homosexualidad". Recordemos que la única mecánica del juego va de hombres violando a hombres.
[Más información: Este es el anuncio que hará que cualquier homófobo deje de serlo]