El último cumpleaños de Irene Montero, recientemente convertida en ministra de Igualdad, ha sido, sin duda, el más mediático. Su equipo tuvo el detalle de comprarle una tarta con unas velas, tal y como manda la tradición. Si la cosa hubiera quedado aquí, habría sido un acontecimiento normal, dependiendo del grado de camaradería entre compañeros de trabajo.
Sin embargo, un detalle lo cambió todo: alguien decidió grabarlo. Eso sí, las cámaras no sólo estuvieron presentes en el momento en el que la política sopló sus velas, sino que nos hicieron partícipes del momento de la entrega. Montero no esperaba este agasajo en el día de su aniversario y todos pudimos observar la sorpresa en su cara.
La entrada de la tarta coincidió con una estampa ejemplificante de la conciliación de la maternidad en el ámbito laboral. Irene Montero sostenía a su bebé en su despacho e intentaba que se durmiese. De todas formas, muchos usuarios de la Red no se dejaron conmover ni por la escena maternal, ni por la celebración improvisada de su cumpleaños.
A los usuarios de las redes sociales no les hizo ni pizca de gracia que el vídeo fuera subido a redes sociales por los propios actores. Acusaron a Irene Montero de "ir de guay" o de "pensar que está en el instituto". Indignante o no, el vídeo no tiene desperdicio: momentos íntimos, deseos para el nuevo año e, incluso, una trabajadora del Ministerio de Igualdad diciendo "me he comido la mitad [de la tarta], más no puedo porque a las chicas no se les puede dar mucha azúcar" mientras señala su abdomen.
El vídeo tiene tantos matices que a más de uno se le ha ocurrido que la escena daba para una serie entera. De hecho, gracias a las habilidades de edición de vídeo de un tuitero que se hace llamar Valero hemos podido disfrutar de lo que sería la introducción del episodio piloto de Menuda es Irene.
Con pocos arreglos, el autor del montaje ha convertido el vídeo que ya habíamos visto en la perfecta comedia de situación de los 90. Una protagonista que parece no saber cómo ha llegado al Gobierno, la sintonía de la mítica serie Seinfeld y una voz en off que narra el título de la serie y de su primer episodio.
Sin embargo, el punto más cómico lo han aportado los rótulos que introducen a los personajes: la compañera que siente la necesidad de aportar un poco de color al cumpleaños plagado de reuniones de Montero ha sido bautizada como "la mimos" y uno de los pocos hombres que se puede atisbar en la institución, como "el aliade". ¿Lo habrá visto Netflix?