La histeria colectiva generada por el coronavirus no ha afectado a todo el mundo. Si bien es cierto que buena parte de los usuarios de Twitter se está tomando los contagios a pitorreo, un simple zapping por los principales canales de televisión nos advierte de que no todo el mundo le está poniendo la misma guasa al asunto. El coronavirus preocupa y mucho.
Eso sí, pongamos que hemos comprado un billete de avión al norte de Italia con la ilusión de hacer una escapada romántica. ¿Cómo reaccionaríamos los españoles? ¿Perderíamos el dinero invertido por evitar que el gondolero de Venecia nos tosiera encima? El Heraldo de Aragón ha querido comprobar si somos gallinas o si, por el contrario, no estamos dispuestos a que un virus de pacotilla nos amilane.
Armados con cámara y micrófono, los empleados del histórico periódico han acudido al aeropuerto con el propósito de entrevistar a los viajeros que iban a embarcarse en el avión Zaragoza-Bérgamo (Milán). Lo que no sabían estos trabajadores es que volverían con una pieza de vídeo que lo ha petado poco tiempo después en Twitter.
De entre todos los valientes que entrevistaron, una señora ha pasado a los anales de la red social de los 280 caracteres. Se trata de Carmen Cristóbal, una mujer que, con su gracia y sentido común, se ha metido en el bolsillo a media España. Cristóbal explica en el vídeo que le regaló a su marido un viaje a Italia para celebrar su cumpleaños, pero que al final viaja sola.
Según dice, su marido se había rajado por miedo al coronavirus. Al parecer su compañero sentimental, que no de viaje, se había mostrado indeciso sobre la idea de exponerse al temido virus. Sin embargo, fue al enterarse de que la empresa de free tours suspendía sus servicios cuando tuvo que decirle a su mujer que él se quedaba en tierra.
Probablemente pensaba que su mujer se quedaría con él celebrando su cumpleaños en casa, pero ¡ay, qué sorpresas te da la vida! Carmen ha preferido dejarle con la tarta y el matasuegras, hacer la maleta e irse de viaje a Milán. "Se ha rajado, pero yo no me quedo en casa", expresa la viajera. "Ya lo celebraremos, ya veremos cómo y con quién".
El vídeo, desde luego, no tiene desperdicio. La manera en la que Carmen imita a su marido en plena crisis de pánico por un posible contagio es maravillosa. Por no hablar de sus ganas de pasarlo bien en Italia. ¡Un fuerte aplauso para Carmen! Esperamos que le mande muchas fotos a su marido cobarde comiendo pizza en frente al Duomo de Milán.