Ni un tuit sin su errata, que reza el refrán tuitero al que nos hemos tenido que abrazar todos en algún momento de nuestras vidas. Seguramente, estas palabras se graben a fuego a partir de ahora en la mente de Rosa Díez después del troleo que la pobre mujer ha sufrido este lunes por escribir una ene en vez de una eme.
Tuiteaba Díez a mediodía haciéndose eco de un artículo en el que se criticaba al ministro de Consumo, Alberto Garzón, proporcionando de su cosecha apelativos como "pijos vestidos de 'progres' empeñados en decirnos, a hombres y mujeres, lo que tenemos que pensar y hasta lo que tenemos que sentir".
A estos "pijos" los quiso calificar de "machos alfa de la progresía oficial", pero un despiste (o la magia del teclado predictivo) provocaron que la política les llamase en su lugar "nachos alfa": "Los nachos alfa de la progresía oficial no dejan de mostrar su verdadero talante; ya está bien de pijos vestidos de 'progres' empeñados en decirnos, a hombres y mujeres, lo que tenemos que pensar y hasta lo que tenemos que sentir", escribió Díez en un tuit que borró cuatro horas después.
En cualquier otra parte esto hubiese pasado prácticamente desapercibido, pero Twitter no perdona y mucho menos si el error lo cometen los del otro bando. Así que pocos minutos después el tuit de Rosa Díez parecía la carta del menú de un restaurante de comida mexicana y eso sí que ella no puede eliminarlo:
Imaginamos la decepción de Díez al abrir la aplicación y comprobar que las notificaciones que llevaban vibrando en su móvil durante un par de horas eran en realidad decenas de mofas y no un éxito inusitado en su mensaje. En todo caso, la mujer ha rectificado y eso es de sabios:
Aunque visto cómo responde en estos casos la jungla tuitera casi hubiese sido mejor quedarse callada:
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