Arturo Pérez-Reverte ha colgado las botas de polemista tuitero. El escritor no volverá a tocar ningún tema polémico sobre la política y la sociedad española. O, al menos, lo intentará. Este es el anuncio que ha hecho en la tarde de este martes el escritor y que ha pillado por sorpresa a sus miles de seguidores que esperan sus mordaces críticas como agua de mayo.
El francotirador de tuits por excelencia se ha hartado. La gota que colmó el vaso llegó después de ver un informativo, "uno más de este país absurdo donde todo disparate tiene su asiento, cada tonto su voz pública y cada demagogo su escaño", ha escrito antes de lanzar el inesperado anuncio:
Reverte ha querido hacer un avance de lo que les va a esperar a sus seguidores en la red social, asegurando que de las polémicas se borra por "simple higiene personal" y confiando en que "esto explique mis silencios":
Reacción unánime de sus fans
Con más de 2 millones de seguidores en la red social a los que Reverte deja huérfanos de opiniones políticas, sus mensajes han suscitado cientos de comentarios lamentando su decisión e intentando convencerle de que "callar no es una opción":
Algunas voces se han preguntado si Reverte acabará haciendo como el escritor Lorenzo Silva, que dejó Twitter hace algo más de dos años y ahora su equipo utiliza la cuenta solamente para difundir su actividad y sus obras. Otros, sin embargo, no se acaban de creer del todo que un polemista como él sea capaz de dejarlo sin más. Algunos críticos, que también hay que decirlo, han celebrado su decisión.
Desde La Jungla nos sumamos a las personas que le piden una "repensada" después de tantos años de alegrías desde su tribuna de Twitter. Tampoco acabamos de ver con claridad que Reverte solo se dedique a partir de ahora a libros y perretes sin más. Y, seamos francos, sería una pena.
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