El primer lunes después del decreto de estado de alarma todos nos echamos las manos a la cabeza viendo las imágenes que se estaban dando en el transporte público de Madrid. Vagones llenos de gente a la que, seguramente, no le quedaba otra opción para acudir a su puesto de trabajo; pero que lo hacía sin poder guardar la distancia de seguridad y poniéndose en un riesgo más que evidente.
La sensación de impotencia ante las fotografías fue unánime. Si nos estaban pidiendo que nos quedásemos en casa para no contagiar ni contagiarnos, ¿cómo es posible que un buen número de ciudadanos viajase como sardinas en lata un día más? Por suerte, las medidas se han ido sucediendo para controlar aforos y al parecer está dando resultado.
Aunque muchos todavía siguen ejerciendo de policías de ventana, lo cierto es que los profesionales que sí tienen que salir a la calle para ir a trabajar están constatando que una amplia mayoría de la población se estaba tomando muy en serio las medidas de confinamiento. Un ejemplo de ello nos lo ha brindado en su Twitter un maquinista de la red de trenes de cercanía de Madrid.
"Veremos la salida del túnel"
Se llama Andrés Herranz y ha querido describirnos hasta tres jornadas laborales para constatar que el número de pasajeros ha disminuido muchísimo y también para darnos ánimo. Así contaba qué es lo que se había encontrado el pasado sábado, día de llenazo habitual en el transporte para acudir a actividades de ocio en la capital:
También nos ha resumido su domingo:
Y, por aportar un día laborable, ha hecho lo propio este lunes:
Lo cierto es que a pesar de las sanciones que siguen sucediéndose en todo el país, da gusto poder contrastar esa situación para saber que una mayoría sí nos estamos quedando en casa.
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