Después de tres semanas de confinamiento es normal que los ánimos comiencen a flaquear. Los chistes ya no hacen la misma gracia, el teletrabajo es más tedioso, los niños están imposibles y hasta empiezan a molestarte los festivales que se montan en tu calle cuando dan las ocho de la tarde. Y es que lo que empezó siendo el aplauso sanitario de unos minutos, no tardó en convertirse en toda una verbena.
A estas alturas quizás el Resistiré aparezca ya en tus pesadillas y los vecinos hayan vuelto a caerte mal; pero no dejes que la desidia haga mella y sé puntual a tu cita en la ventana. Puede que ya no te apetezca como antes, pero todas aquellas personas que siguen trabajando duro cada día necesitan saber que estamos ahí con ellos de alguna manera.
Eso es lo que nos pide uno de ellos a través de su cuenta de Twitter. Se trata de un conductor de ambulancia que, como él dice, tiene que trasladar todos los días a personas y muchas de ellas nunca volverán a ver a los familiares de los que se despiden. Sin duda un trago también duro para los sanitarios por mucho que estén acostumbrados.
Él, que transita por las calles vacías, nos pide que no dejemos de armar barullo a las ocho. Que aplaudamos, que pongamos música, que hagamos caceroladas... Lo que sea con tal de que se note que todavía hay vida detrás de los cristales:
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