El avispón gigante, originario de Japón, se detectó por primera vez en Estados Unidos a finales de 2019, pero no fue hasta este mes de mayo cuando los apicultores de Washington han pedido auxilio a las autoridades tras constatar que "sus abejas habían sido decapitadas". En España, por el momento, no se ha registrado la presencia de este insecto al que, en principio, no se le conoce depredador que contribuya a controlar la invasión en el país norteamericano.
La especie invasora de la misma familia que los avispones que sí conocemos muy bien en nuestro país es la Vespa velutina o avispa asiática, que entró por Francia en 2010 y ha hecho estragos en las colmenas de las comunidades autónomas de la franja norte, causando además la muerte de varias personas que fueron atacadas por enjambres de estos insectos.
Pues para que nos hagamos una idea, estas velutinas que nos han llegado desde el Sudeste Asiático miden entre 2,5 y 3,2 centímetros, mientras que las reinas del avispón gigante japonés llegan a medir 10 centímetros. Su aguijón, con ese mismo porte, inyecta un veneno muy potente y su picadura es muy dolorosa. En EEUU ya los han rebautizado como los "avispones asesinos".
Una depredadora inesperada
Las trampas que colocan los apicultores españoles son útiles contra la velutina, pero además cuenta con aves que son depredadoras y sirven de medida de control biológica, mayoritariamente destruyendo nidos. El dorsirrojo, el abejero europeo, el abejaruco europeo, la urraca e, incluso, la gallina pueden ayudar a combatir la plaga.
Sin embargo, en Estados Unidos no han localizado depredadores útiles que ayuden a destruir a los avispones o, al menos, eso pensaban. Y es que un vídeo de Red Channel demuestra que el avispón asesino se hace muy pequeñito al lado de la siempre temible mantis religiosa por la que pierde, literalmente, la cabeza:
Aunque la mantis religiosa es originaria de Europa, Asia y África, entró en Norteamérica en 1899 en el transporte marítimo de unos plantones. Lejos de suponer un problema, acabó convirtiéndose en el insecto oficial del estado de Connecticut. Al menos allí, a juzgar por el vídeo, estarán a salvo de los avispones.
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