En un tiempo en el que si no estás conmigo, estás contra mí, mantenerse al margen de la batalla molesta a los combatientes. Si Miguel de Unamuno hubiese vivido en esta era de Twitter ya lo habrían puesto a caer de un burro al situarse fuera de plano hablando de los hunos y los otros. Y es que no posicionarse políticamente hoy en día se paga caro, máximo cuando eres un personaje público como la actriz Ana Milán o el director Santiago Segura.
Ambos subieron a la lista de tendencias durante este fin de semana por lanzar sendos mensajes en los que llamaban a la tolerancia y al respeto, un pensamiento que comparte cualquier persona sensata que se asome a la red social de vez en cuando y vea la absoluta división que reina entre las dos Españas, separadas de nuevo entre "rojos y fachas".
Y eso mismo es lo que se atrevió a decir Segura, pidiendo "concordia, entendimiento y armonía":
Lo que pasó a continuación no nos sorprenderá. Miles de mensajes críticos para ponerlo en la diana por su "equidistancia":
"Como en el 36"
La actriz Ana Milán ha sido uno de los grandes descubrimientos de las redes sociales durante el confinamiento. Sus directos en Instagram han atrapado a miles de nuevos seguidores que se tronchan de risa con sus hilarantes anécdotas y su forma de contar las cosas más cotidianas desde el humor.
Pues bien, además de estar en boca de las redes por lo anterior y por su combate a muerte con Fernando Simón en la Spanish War Bot 2020, Milán ha sido censurada por un fragmento de uno de sus directos que se ha viralizado. En el vídeo aseguraba que era votante del PSOE y de "centroizquierda", pero reconocía las "meteduras de pata de los socialistas".
La actriz continuaba afirmando que "no me voy a pelear con otro ser humano por unas siglas políticas" y apelaba al entendimiento y el respeto para dejar atrás "las dos Españas, como en el 36":
Palabras imperdonables de Milán, que no tardó en pagar:
La escalada de críticas fue en aumento hasta meter a ambos en el mismo saco, llegándolos a acusar de "blanquear al fascismo":
Aunque, como siempre, también han salido voces en su defensa:
Corren malos tiempos para la libertad de expresión.
[Más información: Avispón VS mantis religiosa: el salvaje combate a muerte que triunfa en España]