Cuando apenas hemos comenzado a guardar luto oficial por las víctimas de la crisis sanitaria del COVID-19, la siguiente crisis, la económica, toma impulso con intensidad creciente. Amanecemos con el anuncio de cierre de las plantas de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, de las que depende el empleo de 4.000 empleados que estaban en huelga indefinida desde el pasado 4 de mayo.
Hasta 20.000 familias, incluyendo a los trabajadores indirectos, se asoman ahora al abismo. La conflictividad laboral en las plantas barcelonesas viene de antiguo, desde la crisis de 2008, los recortes motivados por la contracción del mercado del automóvil en los últimos años, y los planes del gigante japonés para retirarse del mercado europeo, dejándolo en manos de su otra pata, Renault.
Con todo, el Gobierno ha ido tirando de un inusitado optimismo en sus negociaciones con la empresa nipona. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, aseguraba esta misma semana que Nissan "tiene mucho futuro" en España. Y cuatro meses antes, desde el Foro de Davos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presumía de haber atado el "mantenimiento del empleo en la planta de Nissan en Barcelona".
Era el 22 de enero, una fecha que hoy parece de una época lejana, cuando el nuevo coronavirus parecía estar confinado únicamente en la ciudad de Wuhan y la provincia de Hubei en China. Sin embargo, ya hubo quien, medio en broma medio en serio, vio venir que la seguridad de Sánchez era papel mojado.
Sin duda, la recesión mundial ha terminado de torcer las posibilidades de pervivencia de las instalaciones en Barcelona. Pero eso no significa que el Gobierno de España solo pueda alzar los brazos al cielo, como recuerdan en redes sociales.
"El sector del automóvil en España crea 60.000 puestos de trabajo directos y otros 350.000 indirectos", recordaba Pedro J. Ramírez, director de EL ESPAÑOL, en Los desayunos de TVE. "¿Qué va a hacer el Gobierno para que la crisis no se extienda de una factoría a otra? ¿Va a hacer algo como el del Macron, que va a subvencionar con hasta 8.000 millones de euros la compra de automóviles?".