El movimiento antirracista surgido en Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd hace semanas que llegó a nuestro país y, con él, el cuestionamiento de actitudes y también de productos que podríamos llevar consumiendo toda la vida sin darnos cuenta de que tienen tintes racistas. Esto último es lo que ha pasado con los Conguitos, en el punto de mira desde la semana pasada por considerar que denigra la imagen de las personas racializadas.
Un dulce de cacahuete y chocolate que nos ha acompañado desde la infancia, fabricado en España por Lacasa, lidia con una petición en Change.org que pide su retirada por ser racista y una disculpa de la empresa, acusada de caricaturizar la imagen de un "hombre negro con grandes labios rojos": "Es un producto estigmatizador para la población negra", concluyen los promotores de la protesta.
Las redes reaccionaron con un aluvión de comentarios, destacando aquellos que banalizaban el asunto con grandes dosis de sarcasmo y los que consideraban que Conguitos debería darle una vuelta a su imagen de marca. Entre unos y otros, los de Vox se dieron un atracón de estos dulces para defender el producto nacional.
La ayuda de Obama
Entretanto, mientras unos y otros se peleaban dialécticamente para ver quien tenía más razón, algunos tuiteros se percataron de una cosa: los Conguitos tenían un inesperado seguidor internacional. El expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca, seguía su cuenta de Twitter.
La sorpresa entre los tuiteros ha sido mayúscula. No solo al darse cuenta de que Obama conoce algo tan nuestro como los Conguitos, sino también porque quizás sea la última persona que esperábamos en esta nueva ecuación impensable que nos ha puesto el 2020 por delante:
Si a él le gustan, ¿son racistas o no son racistas? Conviene no olvidar una mención especial al siguiente tuitero, que descubrió el asunto mucho antes de que la historia del idilio Obama-Conguitos se hiciese viral. Nada más y nada menos que a principios de junio:
El capote que les ha echado el expresidente a los Conguitos no se paga con dinero, pero quizás no les diga que no a una caja repleta de paquetes de estos míticos cacahuetes chocolateados.
[Más información: El tuit de la Guardia Civil contra la homofobia publicado en el mandato de Rajoy]