La campaña electoral en Galicia y País Vasco está dando mucho de sí, como no podía ser de otra forma. El desembarco de los políticos madrileños en provincias para apoyar a sus candidatos provoca situaciones cómicas que el electorado recibe con cierto desdén y miran de reojo los partidos nacionalistas, que no dudan en calificar esta práctica como "turismo electoral" para preguntarse si es necesario "que vengan de fuera para decirnos cómo tenemos que gobernar".
Sea como fuere, uno de los partidos que más titulares está dejando estos días por sus incursiones en las dos comunidades es Vox. Sus mítines están siendo un deporte de riesgo tanto para los candidatos como para sus simpatizantes, que son increpados en ambos lugares al grito de "fascistas". Ahora, a su secretario general, Javier Ortega Smith, también lo recibirán llamándole "ignorante" después de lo que ha dicho durante un acto en Vitoria-Gasteiz.
Cargando, como está siendo costumbre, contra el nacionalismo del PNV y la connivencia con el "terrorismo" de Bildu, Ortega Smith se ha aventurado a hacer un sesudo análisis sobre la lengua vasca en base a las "mentiras históricas" que los centros escolares insuflan a los niños desde la guardería, según el político, que compartía escenario con Rocío Monasterio.
"Es un ignorante"
El integrante del partido de ultraderecha aseveró durante su intervención que el euskera batua, el idioma normativo unificado a partir de las variantes del vasco que existían en cada región geográfica, "utiliza palabras inventadas" que proceden de "dialectos de distintas aldeas que no se entendían entre ellas".
Sobra decir que la apreciación lingüística de Ortega Smith no ha tenido muy buena acogida en las redes sociales, donde le han llovido los zascas:
Las palabras se inventan
En esta entrevista de la BBC es especialista en ortotipografía de la Fundación del Español Urgente (Fundeu), Javier Bezos, explica que "las palabras las vamos creando los hablantes de modo espontáneo, simplemente porque necesitamos expresar un concepto y, si no tenemos la palabra, intentamos explicarlo o la inventamos".
El experto pone de ejemplo la palabra "mileurista", que se usa en nuestro país para hablar de un persona cuyo sueldo ronda los 1.000 euros. Bezos recuerda que "una vez una persona la empleó en una entrevista y ahora es de uso normal", añadiendo que cualquiera puede inventar una palabra, pero no todas tienen tanto éxito como para acabar incorporándose al diccionario.
Aclara además que "la lengua es como un organismo vivo, siempre está evolucionando con la introducción de nuevas palabras y la desaparición de otras. No hay un conjunto cerrado y estricto de palabras como a veces se piensa que es el diccionario".