Encarando la recta final de la campaña electoral para las elecciones vascas y gallegas, los partidos hacen un esfuerzo extra en la traca final de los mítines por ambas comunidades. Estos días, las caras más visibles de se dejan caer por Galicia y el País Vasco en la última tentativa para rascar votos. Este martes, sin ir más lejos, la presidenta de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, acudía a Lugo para arropar a la candidata por la provincia, Sonia Teijeiro.
Monasterio no acudió sola a la ciudad gallega, sino junto a su marido, Iván Espinosa de los Monteros. Él no participó en el acto, pero sí disfrutó de una copiosa cena con su mujer y los simpatizantes lugueses de la formación de ultraderecha. El grupo eligió para la ocasión uno de los famosos mesones que pueblan la zona de vinos en pleno casco antiguo, cerca de la catedral, uno de los lugares donde más y mejor se come de Galicia.
Lejos de acudir a un reservado interior y aprovechando las buenas temperaturas, cenaron en la terraza. Lo que no podían imaginarse (o sí, visto lo que les está sucediendo en buena parte de sus actos públicos) es que decenas personas que estaban en su mismo establecimiento y también en los aledaños les increparon durante toda la cena hasta que se fueron.
"Galicia no es verde"
En varios vídeos que se han difundido en las redes sociales, muchos de ellos recopilados por El Progreso, se puede ver la escena desde diferentes ángulos y en tiempos distintos. Así, por ejemplo, se escucha a un grupo coreando el nombre de la candidata por el Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón; mientras otros entonan el himno gallego a pleno pulmón desde la mesa contigua.
Los de Vox deciden seguir como si nada e, incluso, dar palmas irónicamente para acompañar los cánticos que les estaban dedicando. Sus críticos, como viene siendo habitual en los municipios a los que acude la formación de Abascal en la comunidad, les han recordado que "aquí están los antifascistas" y, haciendo una alusión directa al lema escogido por el partido para los comicios, les han gritado que "Galicia no es verde":
La reacción de Monasterio
Lejos de ponerse dramática, Monasterio decidió convertir la cena en una anécdota y soltó este chascarrillo en Twitter, observando que les despidieron al grito de "presidente, presidente":
Sin embargo, a pesar del intento de darle la vuelta a la tortilla, hay dos cosas que no sabe (o no dice) Monasterio. La primera es que el mismo chico que les grita "presidente" les ha estado cantando a gritos el himno gallego minutos antes. La segunda es que los gallegos tienen una cosa llamada retranca que es como el sarcasmo multiplicado por mil:
Las reacciones de las redes
Basta un vistazo en Twitter para constatar de nuevo la división entre los que aplauden la acción "antifascista" en Lugo boicoteando la cena de Vox...
...y aquellos que defienden que cualquier persona, sea del partido que sea, tiene derecho a cenar en donde le plazca con tranquilidad:
Aseguran en El Progreso que desde Vox reclamaron presencia policial, pero finalmente el asunto no fue a mayores.