La investigación sobre la existencia de una presunta financiación fraudulenta en Podemos ha puesto a su líder y vicepresidente primero del Gobierno, Pablo Iglesias, en la diana de la opinión pública y sus adversarios políticos. Fue el PP uno de los primeros en pedir su dimisión a través de un vídeo compartido en sus redes sociales donde le recordaban aquella promesa hecha sobre su renuncia si, en alguna ocasión por entonces lejana, los casos de corrupción de su partido llegaban a los tribunales.
"Este populista de ambición ilimitada no puede ser vicepresidente del Gobierno de España. Alguien que se mueve constantemente en las cloacas, junto a la imputación de su partido, su cúpula y la corrupción que lo arrincona, está inhabilitado para el cargo", han escrito los populares en el mensaje junto a un vídeo en el que le advierten de que "se te acaba el tiempo".
En este contexto informativo todos los medios de comunicación, cada uno a su manera y según su línea editorial, han estado publicando cada nueva información del asunto y Televisión Española no podía tampoco pasar de puntillas sobre el tema. Así que en la edición matutina del Telediario del pasado jueves llevaban el asunto a los titulares del día, pero el resultado no fue el esperado por una metedura de pata de la presentadora.
Un gazapo con galones
Y es que en mitad de la tormenta informativa a la periodista se le escapó un inesperado ascenso de Iglesias de vicepresidente a presidente del Gobierno:
No sabemos si Pedro Sánchez, en mitad de esta vorágine, sería capaz de encomendarle la Presidencia a su socio de Gobierno.