La línea que separa el chiste del comentario de mal gusto es tremendamente fina, de ahí que siempre fuese necesaria la inteligencia para practicar el humor. Con la llegada de las redes sociales esa frontera todavía ha adelgazado más por la sobreexposición de cualquier mensaje, a merced de juicios de todo tipo por parte personas con criterios y circunstancias muy diferentes. La caída, en caso de fracaso, también es desde una altura mayor.

Las personas que se hacen cargo de los perfiles sociales de instituciones o empresas tienen estas consideraciones grabadas a fuego y calculan hasta la última de sus comas; pero a veces, como le ha ocurrido este miércoles al community manager de la Policía Municipal de Madrid, ni siquiera ellos se libran de un patinazo monumental que levanta en pie de guerra a medio Twitter.

El objetivo del tuit que ha generado la polémica es loable: concienciar a la gente del uso obligatorio de la mascarilla. Sin embargo, su ejecución y, sobre todo, el vídeo que han empleado para ilustrarlo dejan mucho que desear. Las palabras de la Policía se han convertido en una especie de torpe amenaza que a nadie le ha hecho gracia.

"No llegar a esos extremos"

En las imágenes que han compartido los agentes se ve, en lo que pensamos es un sketch cómico, a unos hombres de origen asiático en una especie de mercado callejero. Uno de ellos, con un micrófono en la mano, reparte bofetadas y collejas a los que no llevan la mascarilla puesta. Junto al vídeo, la gracieta de la Policía: "Esperamos no tener que llegar a estos extremos".

Lo deesafortunado del tuit ha generado una oleada de reacciones negativas:

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