Esta semana el efecto bumerán de la Ley de Memoria Histórica se ha dejado notar en el Ayuntamiento de Madrid y, por primera vez en democracia, dos líderes del PSOE perderán sus calles en Madrid. Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto se caerán del callejero madrileño tras la decisión plenaria que han motivado los votos del Partido Popular, Ciudadanos y Vox.
Fue precisamente la formación de Santiago Abascal la que ha propuesto el cambio al vincular a ambos con el golpe de Estado de 1934. Largo Caballero fue presidente del Gobierno durante la Guerra Civil y había sido ministro anteriormente, llamó a las armas en enero del 36 si las derechas ganaban las elecciones. Prieto, por su parte, fue ministro de Hacienda y Obras Públicas. Vox lo relaciona con el asesinato de José Calvo Sotelo y con el "saqueo del Banco de España".
Como ocurre siempre que se saca a colación la legislación en materia de memoria el debate está servido y esta vez no iba a ser menos. Twitter se dividió de nuevo en dos y algunos, como el periodista Fernando Garea, criticó que los cambios decididos en el Ayuntamiento no afectaban a otras vías cuestionadas, como la calle Caídos de la División Azul.
¿Nazis sí o nazis no?
Concluía Garea su reflexión sosteniendo que la calle "homenajea a un ejército que combatió con los nazis y, por tanto, colaboró con el Holocausto". Precisamente, esta última frase es la que ha levantado las ampollas de José Manuel Soto, que ya sabemos que es de mecha más bien corta. Así que el cantante entró como un miura, acusando al periodista de "tergiversar la historia".
Para Soto, los combatiendes de la División Azul eran "voluntarios españoles que fueron a combatir el comunismo al frente ruso, donde lucharon de manera heroica en unas condiciones horribles" y, por lo tanto, "no tuvieron nada que ver con el Holocausto ni con el ideario nazi":
Un simple vistazo a la Wikipedia nos devuelve algunos datos que entrarían en confrontamiento con el análisis histórico de Soto. En efecto se recoge que fue "una unidad de voluntarios españoles que formó una división de infantería para luchar contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial"; pero también se especifica que "se enmarcó dentro del Heer, el ejército de la Alemania nazi". Fueron 50.000 soldados españoles y portugueses "en diversas batallas, fundamentalmente relacionadas con el sitio de Leningrado".
Es por esto que los tuiteros se echaron en masa a contradecir al cantante:
No obstante, también ha habido quien le da dado la razón:
Lo aconsejable en estos casos es quedarse también con el testimonio de los combatientes y EL ESPAÑOL entrevistó a uno de ellos hace un par de años. Arturo de Gregorio se alistó a la División Azul y señala que "España no entró en la Segunda Guerra Mundial" gracias a la existencia de la unidad de combate. Aseguró que había "diferencias entre los soldados españoles y los alemanes" y que solamente cuando regresó de Rusia supo de los campos de concentración. Hitler para él pasó a ser "un asesino miserable", "sin disculpa" y un "hijo de puta"; pero sostiene que no sabían del Holocausto cuando luchaban codo con codo con los alemanes.
En ese mismo artículo, el historiador Jorge M. Reverte defiende que "no es justo equiparar a los soldados españoles con los nazis aunque muchos de ellos lo fueron" y recuerda que la agencia Efe, que surtía de noticias en aquella época a la mayoría de medios, solo tenía dos corresponsales extranjeros, uno en Roma y otro en Berlín, así que la información que llegaba a España lo hacía con los tintes propagandísticos de los regímenes autoritarios.