Has pasado un cuarto de tu vida buscando su comienzo, tropiezas con ella a diario y no la encuentras cuando realmente la necesitas, te ha salvado la vida en más de una ocasión aunque te hayan llamado chapuzas por ello. Sí, amigos y amigas, hablamos de la cinta adhesiva transparente y estrecha que recordamos en casa y en el colegio desde que tenemos memoria; pero nadie la llama por ese nombre tan impersonal en España.
Un nuevo debate ha provocado una auténtica cascada de interacciones en Twitter. Miles de respuestas y retuits sirven para constatar que este era uno de los debates más esperados de los últimos meses y no la moción de censura de Vox. La culpable de la polémica es una tuitera llamada Charli (@caaarlotaaaa) y el detonante una pregunta aparentemente sencilla:
A juzgar por los resultados, la mayoría (más de 17.000) le llaman "fiso" a este tipo de cinta adhesiva, mientras que cerca de 9.000 prefieren la variante "celo". Estas han sido algunas de las intervenciones en el debate:
La RAE prefiere "celo"
Mientras que en Wikipedia se refieren a ella como "cinta adhesiva, celo o fixo" —sí, es con x, fiso está mal escrito—, en el diccionario de la Real Academia Española solamente encontramos celo y papel celo: "cinta de celulosa o plástico, adhesiva por uno de sus lados, que se emplea para pegar", explican. En realidad, como avanzaban algunos de los tuiteros, las dos denominaciones que generaron el debate se corresponden con sus marcas comerciales, de éxito desigual en la geografía española.
La cinta adhesiva se inventó en 1925 en Estados Unidos y se comercializó como Scotch Tape, por eso en muchos lugares tanto de Norteamérica como de América del Sur se le conoce como scotch, tape o teipe, entre otros. En España las marcas que triunfaron, principalmente, eran dos: Cello-Tape y Fixo. La segunda se extendió mayoritariamente por Andalucía y el celo —sin una ele tras españolizar la nomenclatura— por el resto del país.