La brecha generacional resumida en un vídeo de 35 segundos. No ha hecho falta nada más para enfrentrar a boomers con millennials tardíos y de la generación Z. El corte, según la joven que ha desenterrado el hacha de guerra, se produce desde los 40 años en nuestro país. A partir de esa edad, según su delirante teoría, las personas se dedican a mandarse memes horteras que no saben de dónde han salido porque no manejan Twitter y solamente se informan por la televisión.
Ese es el resumen de una de las intervenciones de Andrea Bueno en el programa Gen Playz que emite el canal digital de RTVE enfocado al público joven. El clip protagonizado por la responsable de Desarrollo de Audiencias y Vídeo de Verne (El País), que participaba en la tertulia sobre la necesidad o no de que exista una televisión pública en calidad de experta, se ha popularizado entre los tuiteros por haber despertado la indignación de varias generaciones.
En concreto, en el fragmento que ha trascendido gracias a la cuenta del canal, Bueno afirma que "la población a partir de los 40 años, que es un tramo muy gordo de la población de este país que se informa por la tele y que ve la tele, el móvil lo usan para mandarse WhatsApp con sus familiares. Para mandarse memes que no saben muy bien de dónde han salido porque Twitter no lo usan (...). Les llegan las capturas (...). Esos gifs con brilli brilli que no saben de dónde salen pero tu madre los tiene todos".
Si ya existía un recelo entre los que fueron a EGB y las generaciones de la ESO que suele aflorar a la mínima de cambio en múltiples lugares comunes, con una sentencia como la de Andrea Bueno haciéndose viral la batalla estaba garantizada. Los indignados no se demoraron y tiraron de archivo para demostrar que sí están en Twitter, que muchos han sido pioneros en esto de Internet e incluso que gracias a ellos los más jóvenes pueden "decir sus gilipolleces por el móvil":
Lo cierto es que, tratando de empatizar con Andrea Bueno, quizás estaba haciendo referencia a personas de mayor edad (a partir de los 55 o los 60), pero se equivocó estrepitosamente al señalar los 40 porque, seamos francos, están a la vuelta de la esquina. Un día eres joven y, al siguiente, estás por la cuarta década y dices aquello de que son los nuevos 30. Y eso también le llegará a ella tarde o temprano.