Discrepar políticamente con José Antonio Ortega Lara, que ha sido uno de los fundadores de Vox, es una opción ideológica tan válida como cualquiera siempre que se haga desde el respeto. Sin embargo, burlarse abiertamente del padecimiento de este hombre durante el secuestro en el que ETA lo privó de libertad un año y medio de su vida, nos parece muy poco chistoso y más bien censurable; pero esto mismo es lo que está ocurriendo en Twitter.
Quizás las personas que se están mofando del zulo en el que el exfuncionario de prisiones pasó 532 días tras su secuestro el 17 de enero de 1996 en el garaje de su casa de Burgos no conozcan bien todo el sufrimiento que aquel hombre soportó hasta que el 1 de julio de 1997 la Guardia Civil lo localizó en aquella ratonera de Mondragón. Allí, los etarras lo habían abandonado a su suerte. Puede que no sepan que había perdido 23 kilos, masa muscular y densidad ósea.
No recordarán que a España se le encogió el estómago cuando vio cómo aquel hombre salía de un coche sumamente delgado, molesto por la luz de un sol que llevaba meses sin ver. Tampoco sabrán que ETA se vengó de su liberación y del arresto de los cuatro terroristas que lo habían secuestrado reteniendo y asesinando después al joven concejal popular de Ermua, Miguel Ángel Blanco. No, seguramente no tengan esta información porque teniéndola a uno no le salen los chistes.
"Un lujo"
Sin embargo, la fotografía del zulo de Ortega Lara ha desencadenado decenas de intolerables mofas en la red social. El tuitero que la publicó apostillaba el clásico "ni olvido ni perdón" al lado de las imágenes que ilustraban aquel hoyo subterráneo de 3 metros de largo por 2,5 de ancho y una altura de 1,8 metros en el que el funcionario permaneció sin ventanas; pero los ecos de su tuit han ido por derroteros muy distintos:
De hecho, han sido demasiados los tuiteros que, haciendo gala de un humor tan negro que no tenemos claro que siga siendo humor, han comparado el zulo con una de tantas viviendas indignas que, por desgracia, se alquilan con normalidad en nuestro país. "Estudio íntimo, minimalista, amplio y con vistas", se ha burlado uno citando el tuit al tiempo que otro contestaba que era "demasiado grande" o que "era un lujo" porque "en Madrid eso de cuesta 400 euros al mes":
La verdad es que, al menos para nosotros, estos chistes no tienen ninguna gracia.