Desde que los sobres amenazantes truncaron parte de la campaña electoral de las elecciones madrileñas, no hay ni un solo día en el que las redes sociales no hablen de algún asunto relacionado con estos sucesos que podrían ser determinantes a la hora de inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Mientras que la izquierda en bloque ha condenado sin peros el envío de las cartas, la derecha ha puesto pegas al respaldo.
Ya lo dijo desde un primer momento el alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez Almeida, que existía un doble rasero para condenar ciertos ataques y aplaudir otros desde Podemos. La derecha tuitera le daba la razón y enumeraba, por ejemplo, aquel "ketchup" en la frente de la diputada de Vox, los disturbios callejeros que se alentaron desde la formación morada cuando se encarceló a Pablo Hasel o la justificación de los altercados de Vallecas.
También han querido tirar de hemeroteca y poner de ejemplo a otros políticos que, recibiendo amenazas o siendo directamente agredidos, prefirieron en su momento sacarle hierro al asunto. Así, han rescatado la reacción de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que en 2016 mostró ante las cámaras las fotografías de un sobre dirigido a ella con amenazas y una bala del calibre 9 milímetros.
La bofetada a Rajoy
Pero, sin duda, el ejemplo que más difusión ha alcanzado en Twitter ha sido el de la agresión al expresidente Mariano Rajoy en la campaña electoral de las elecciones generales de diciembre de 2015. El popular jugaba en casa aquel día y paseaba por la ciudad de Pontevedra entre una nube de seguidores. A su lado, sin saberlo, estaba el joven que le propinó un sonoro bofetón que dio la vuelta al mundo:
Lejos de victimizarse, Rajoy optó por seguir como si tal cosa con la campaña y no darle mayor recorrido a la agresión. Ni siquiera emprendió ninguna acción legal contra el chico, que en aquel momento tenía 17 años, y al que el Juzgado de Menores de Pontevedra condenó a dos años de internamiento en régimen cerrado como autor de un delito de atentado a la autoridad. En cambio, el expresidente sacó a pasear su retranca gallega e ironizó sobre aquello en este tuit:
Sin pretender comparar lo que le sucedió a Rajoy con las cartas amenazantes que le han enviado al ministro Marlaska, a la directora de la Guardia Civil y a Pablo Iglesias, lo cierto es que las reacciones de uno y otros han sido bien distintas. Entre lo que sí podría establecerse un paralelismo es entre la reacción del líder de Podemos en aquel lejano 2015 y las reacciones de las que se queja en la actualidad.
La hemeroteca de Cantó
Ha sido Toni Cantó, candidato frustrado del PP de Madrid, el que ha desempolvado este fragmento en el que Iglesias interviene en El Intermedio de La Sexta tras la agresión a Rajoy. Le preguntaban si creía que el incidente iba a empañar la campaña y él decía que "espero que no, estamos viviendo una campaña electoral histórica, en la que seguramente se recordará como la apertura de un nuevo período para nuestro país".
Añadía Iglesias que la campaña estaba siendo "muy interesante, muy bonita también, con millares de ciudadanos hablando de política y debatiendo, con participaciones masivas en los mítines y no podemos consentir que un incidente como este manche lo que va a significar una gran fiesta de la democracia que es lo que todos deseamos":
Miles de tuiteros han reaccionado al vídeo de Cantó entonando el famoso "quién te ha visto y quién te ve".