Está equipada con wifi, luz, calefacción y equipo de música "con casetes". Así es la casa escavada en la huerta de sus padres por la que Andrés Cantó está alcanzando fama en toda España. Está ubicada en un bancal de La Romana, un pueblo de la provincia de Alicante con unos 2.500 habitantes. Ahora, después de seis años sacando tierra, poniendo pilares y adobando paredes, el joven de 20 años ha tenido que solicitar un permiso oficial de obras.
"El alcalde del pueblo también está al tanto", explica en su cuenta de Twitter, desde donde ha hilvanado un hilo en el que desgrana su trabajo, que empezó cuando tenía 14 años, en marzo de 2015, fruto de una pataleta de adolescente. Decidió calmar su rabia picando la tierra sin saber que, con la incorporación después de su amigo Andreu Palomero, terminaría por completar un habitáculo que ha suscitado más de 60.000 reacciones en la red social.
Andrés, que también se dedica a la interpretación entre palada y palada, empezaba así un hilo que está dando mucho que hablar. Viajamos con él hasta el 2018, cuando conoció a Andreu y fue éste quien puso la herramienta definitiva:
Poco después Andrés ya cabía en el hoyo, algo que propició que se pusiera a pensar en cómo estructurar su cueva:
Al año siguiente, en 2019, ya se descubría la primera de las habitaciones:
Y, a comienzos de 2020, ya podía disfrutar de su propio cuarto:
Ahí es cuando empezaría a apuntalar la estructura casi como un profesional:
Y llegó la pandemia, momento propicio para dedicarle a la cueva todo el tiempo del mundo durante el confinamiento:
Pero no se ha quedado en el interior, porque Andrés también ha tenido en cuenta los exteriores:
Y aquí nos muestra todos los rincones de su humilde morada:
También ha compartido sus métodos de albañil:
Y ha terminado confesando que la cosa se ha puesto seria:
La verdad es que Andrés nos ha recordado aquello de que no le faltará nada a quien tenga un pedazo de tierra, ni siquiera una vivienda.