Desde que el pasado 27 de abril el delegado especial del Comité de Relaciones Culturales en el Extranjero de la República Democrática Popular de Corea, el español Alejandro Cao de Benós, publicó un curioso vídeo en su cuenta de Twitter de un grupo coreano interpretando una canción popular gallega, las imágenes no han parado de reproducirse una y otra vez en las redes sociales, sobre todo en Galicia.
Traducido del gallego, algunos versos más entendibles de la interpretación de la copla dicen: "Yo me quería casar. Mi madre, no tengo ropa. Yo me quería casar. Mi madre, no tengo ropa. Cásate, hija mía, cásate; que una pierna tapa a la otra". Se trata de una canción muy popular del cancionero tradicional en Galicia y que el público, a juzgar por la ovación final, agradeció su interpretación como un guiño de gratitud.
La incredulidad al ver y escuchar a los artistas entonando en gallego el Vai lavar a cara (Vete a lavar la cara) con los acordes de un instrumento tradicional del país asiático ha provocado un aluvión de reacciones, entre ellas un chute de orgullo. El propio Cao de Benós afirmaba que los intérpretes habrían aprendido la letra gracias a "un VHS": "La interpretaron en Galicia con motivo de un festival folk", ahondó el delegado.
El vídeo está subido a YouTube en el año 2017 por un hombre llamado Bernardo Valiño, precisamente el promotor del evento donde se produjo la actuación que 30 años después se ha popularizado. La cita se forjó en 1980, cuando él era concejal de cultura de Culleredo, un municipio de la provincia de A Coruña, y organizó el I Festival Internacional de Folclore Celta que se celebraría de modo itinerante en varios pueblos gracias a la creación de un patronato en el que estaban involucrados 15 ayuntamientos.
Actuación con Fraga
Con los años, se consolidó con el nombre de Romaría Internacional y bajo esa denominación se celebró en julio de 1990 en A Estrada, un municipio ubicado en al provincia de Pontevedra, hasta donde viajó una delegación coreana compuesta por unos artesanos, un ballet, un grupo musical y una representación del Circo de Pionyang. En honor a los anfitriones, la orquesta de Corea del Norte se había aprendido la canción popular y también el himno gallego:
Mientras que la actuación compartida por Cao se produjo ante unas 3.000 personas, días antes, el 25 de julio con motivo del Día de Galicia los coreanos tuvieron una actuación algo más íntima en el Panteón de Galegos Ilustres en Santiago de Compostela —donde están enterrados los restos mortales de Rosalía de Castro y Castelao, entre otros gallegos internacionales—, contando con la presencia de Manuel Fraga Iribarne.
El presidente de la Xunta de Galicia por aquel entonces y varios de sus consejeros estaban presentes en la interpretación de la delegación de Corea del Norte y así lo corrobora la hemeroteca. Otra de las perlas que han aflorado sobre aquel evento, en el que también participaban representantes de México y de la URSS, tiene que ver con la alimentación de aquellas personas mientras estuvieron en Galicia y la retranca del cronista Lois Blanco.
Una crónica de La Voz de Galicia con fecha de 29 de julio de 1990 señalaba que "la comunicación es posible, las relaciones afables y buena muestra de ello es ver cómo soviéticos, coreanos y mexicanos se ayudan y alientan unos a otros antes de saltar al escenario. Pero hay un problema de índole gastronómica: el arroz. Los coreanos quieren que todo los platos vayan acompañados con este cereal, pero los rusos han comenzado a quejarse, quizá por padecer su efecto astringente. (...) El colectivo de artesanos de Corea se han 'solidarizado' con los soviéticos para no solicitar más arroz". Maravilloso.