Se quejaban en las últimas semanas algunas asociaciones de hosteleros de varias comunidades autónomas de que encontrar personal de refuerzo para el verano estaba siendo una misión casi imposible. Argumentaban que lo más complicado era dar con camareros y camareras que tuviesen formación para el puesto, como si se tratara de encontrar una aguja en un pajar. Sin embargo, viendo alguna de las ofertas quizás se pueda explicar mucho mejor la problemática.
Y es que ya lo ha dicho estos días el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, poco sospechoso de ser un comunista bolivariano: el secreto para encontrar a buenos trabajadores pasa por ofrecer salarios justos. Precisamente de esto es de lo que se quejan los que trabajan en la hostelería, de unos sueldos bajos y condiciones pésimas en un sector que, ya de por sí, es especialmente duro en cuanto a las largas jornadas y aperturas en festivos y fines de semana.
El tuit que nos ocupa hoy es un ejemplo perfecto de esas ofertas laborales que rozan la esclavitud en pleno siglo XXI. Al habla un empresario y un camarero interesado en el puesto que ofrecen, a la espera de saber condiciones. "Tengo una amplia experiencia (7 años), nunca me han despedido de ningún sitio y siempre he tenido un trato muy cordial y amable con el cliente", explica a su interlocutor a través de WhatsApp.
"Tú verás"
Le responden que lo necesitarían para un puesto con turno partido de 7:00 a 17:00 y de 21:00 horas a cierre, que libraría el lunes y que cobraría 800 euros al mes. El camarero, indignado, no se lo acaba de creer y la otra parte le advierte: "Tú verás, es verano", como si no tuviera más alternativa que aceptar esas condiciones.
El tuit, que se ha hecho viral rápidamente, no es nuevo en la red social. De hecho, ya se había popularizado en julio de 2018 gracias a un tuit de Íñigo Errejón en el que publicaba la captura de la conversación:
Se puede ver aquí que el camarero no se quedaba callado y respondía al "tú verás" con un "tranquilo que lo veré, veré cómo te llega una inspección de trabajo en plena temporada, ¡sinvergüenza!". Tanto antes como tres años después, la situación sigue despertando comentarios tan indignados como estos:
Seguramente los establecimientos que cumplen con el convenio no tienen tanto problema para encontrar personal cualificado; pero, siendo realistas, ¿quién querría formarse para acabar aspirando a cobrar 800 euros por vivir en el trabajo?