Las últimas horas de la actualidad política han venido marcadas por la filtración de 17.000 archivos por parte de WikiLeaks en los que se han hecho públicos los documentos de donaciones y otras operaciones que se habían extraido en 2017 de las bases de datos de Hazte Oír y CitizenGO. La investigación periodística se realizó apoyada en cinco periódicos de todo el mundo, entre ellos Público, y se ha llamado La red de la intolerancia.
Los documentos recogerían información que vincula directamente a empresarios y a grandes fortunas de nuestro país con la financiación de eventos como el Congreso Nacional de Familias de 2012 que tuvo lugar en España, y además mostrarían la inyección monetaria de la plataforma española —que siempre ha defendido que su financiación llegaba únicamente de sus socios— hacia el partido de Vox.
Con estos mimbres, las reacciones en las redes sociales no se han hecho esperar y desde la izquierda han querido amplificar el mensaje lo más posible aunque el adiós de Messi y los Juegos Olímpicos le hubiesen comido bastante terreno a la exclusiva. Uno de los políticos que se ha hecho eco de la misma ha sido el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián, quien ha compartido el artículo y también ha brindado uno de sus famosos chascarillos a continuación.
El rey de los zascas
Acostumbrado como está a dar y recibir zascas, Rufián ya sabía al escribir su tuit que le iban a llover de todas partes. Destacó en su mensaje que el de Abascal es un "partido creado, financiado y aupado por las 40 familias que se llevan enriqueciendo y que llevan mandando los últimos 90 años", analizando que esa no es la cuestión importante, sino que lo más reseñable era que "miles de personas de clase trabajadora les votan pensando que son los suyos":
Después de escribir su tuit las reacciones se han sucedido y han llegado de todos lados, del espectro indepe hasta el team facha:
Otra rehatíla de zascas para la colección de Rufián.