El pasado miércoles se cumplían 85 años del asesinato del poeta Federico García Lorca, fusilado en el entorno del barranco de Viznar, en Granada. Fue la madrugada del 17 al 18 de agosto de 1936 cuando, después de haberlo encontrado oculto en la casa del también poeta Luis Rosales, cumplieron con la orden del teniente general Queipo de Llano y acabaron con su vida, básicamente por ser de izquierdas y homosexual.
Aunque algunas personas, como José Manuel Soto, se han empeñado en intentar darle la vuelta a la tortilla y han llegado a decir que hoy en día le hubiesen llamado "fascista" porque su padre era un rico terrateniente y empresario y porque se relacionaba con gente de derechas, como el propio Rosales o la familia Primo de Rivera, lo cierto es que basta con leer un extracto de su acusación para comprobar que los motivos eran evidentes.
"Ser espía de los rusos, estar en contacto con estos por radio, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual". Aunque sus amigos defendieron siempre que Lorca no era hombre de partidos, el poeta sí tenía fuertes convicciones y firmaba todos y cada uno de los manifiestos de los movimientos progresistas, dejando clara una inclinación a la izquierda que le llevó a la muerte a manos de las tropas franquistas.
La "apropiación" de Olona
Y es por todo lo mencionado anteriormente por lo que ha llamado tanto la atención que desde un partido en el que se han negado en reiteradas ocasiones a condenar el franquismo hayan querido recordar a Lorca. Ha sido la diputada de Vox, Macarena Olona, la que ha escrito un tuit junto a una fotografía del poeta, en el que ha escrito "en la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida":
Ha dicho, además, que Lorca es "eterno. Universal pero nuestro" antes de apostillar que está "en nuestro recuerdo" y terminar de cabrear a medio Twitter. Las palabras de Olona han indignado a miles de tuiteros, que así se lo han hecho saber a través de la red social. La han acusado de "apropiarse" de un símbolo de la lucha contra el franquismo y de hacerlo, además, errando al citarlo, como le recuerdan en este contundente zasca:
Pero, como decíamos, no es ni mucho menos la única réplica que merece la pena recordar:
A diferencia de lo que suele hacer en otras ocasiones, esta vez Olona no ha contestado a los comentarios de sus críticos.