Son cada vez más las personas que abrazan el veganismo. Si antes la idea de no comer nada que involucre a los animales era cosa de frikis, ahora estamos acostumbrados a que en la pandilla haya al menos un amigo que nos obliga a mirar con lupa las cartas de los restaurantes antes de reservar. En paralelo al aumento de veganos surge también el contramovimiento: la gente que aprovecha cualquier excusa para cargar contra ellos, como si al resto nos obligasen a comer tofu.
Uno de los últimos en caer en un auténtico linchamiento relacionado con su veganismo es el periodista Jordi Évole, que se ha visto envuelto en una gran polémica en Twitter. Él empleó este canal para promocionar la empresa que ha puesto en marcha, junto a una socia, la actriz Clara Lago. Se trata de Be Clever Be Vegan, un portal de comida vegana a domicilio en el que puedes encargar cinco tuppers semanales de 450 gramos cada uno a elegir entre varias opciones por 39,90 euros.
Évole, sin decir que se trataba de una promoción, aseguró que su amiga estaba "haciendo campaña para que me haga vegano" y mostraba las imágenes del pack que le había enviado. "Estoy flipando bastante", añadía, fijándose con especial interés en el plato que precisamente ha desencadenado la tormenta de zascas: "Macarrones de remolacha para empezar", ha escrito ilusionado.
Vaya por delante que la pinta de los macarrones no es la mejor del mundo, pero uno se imagina que pasados convenientemente por la sartén con algún tipo de salsa aquello mejorará. Eso sí, quizás el precio sea un tanto excesivo y, sin duda, no para todos los bolsillos. Pero estos aspectos han pasado a un segundo plano porque el argumento principal de los críticos con Évole tiene que ver con una obviedad que conviene recordar: la pasta, si no es al huevo, es vegana porque está elaborada con trigo.
Uno de los agricultores tuiteros más famosos de nuestro país, el andaluz Tom Rohde, ha querido decirle un par de cosas al periodista al respecto de su tuit. Primero, lo que apuntábamos, que los macarrones son de trigo. Y segundo, que mientras este cereal es de secano la remolacha es de regadío y, por tanto, su cultivo es menos sostenible y más perjudicial para el medio ambiente, un extremo que va en contra de los valores veganos:
Pero el zasca de Tom no ha sido, ni de lejos, el único en sembrar la discordia. Han sido cientos de tuiteros los que se han sumado al lanzamiento de cuchillos:
Tampoco ha sido el supuesto veganismo de Jordi el único tema a tratar y en sus réplicas encontramos también quien ha sabido meter su cuña:
En vista del éxito promocional no creemos que ningún amigo de Évole le vuelva a enviar ningún regalo con ese afán.