Paz Padilla está en racha, pero no de aciertos, sino de meteduras de pata, y la gente parece estar ya un poco harta de las irresponsables declaraciones de la presentadora. Si estos días atrás indignaba con sus chorradas sobre la vacuna de la Covid-19, en esta ocasión se ha llevado el abucheo del público después de que el pasado martes en Sálvame haya hablado de la violencia de género como una cuestión de "amor".
Estaban hablando de Rocío Carrasco y el conflicto que mantiene con su hija después de que esta le hubiese agredido físicamente cuando todavía vivía con ella e interpusiera después una denuncia falsa contra la madre. Los detalles sobre lo ocurrido han quedado explicados, con la documentación pertinente, en la docuserie que emitió Telecinco. Sin embargo, para Padilla, el intento de suicidio de la hija de Rocío Jurado y el presunto maltrato continuado de Antonio David paracen un tema baladí.
"Mientras todo el mundo se meta y hable de ese tema no se prepararán", aseguraba la presentadora de Sálvame ante un Kiko Hernández cada vez más indignado: "Tienes razón al 90%, si no estuviéramos hablando de lo que estamos hablando. Que no se hablen por un cabreo en una cena de Navidad, vale, lo entiendo (...); pero cuando ha habido tantos camiones de mierda...", analizaba el colaborador antes de que Padilla zanjase: "El amor todo lo puede".
Eso no es amor
"El amor no lo puede todo, Paz", respondía Hernández, recordando que "esta señora ha estado a punto que quitarse la vida, ¡por el amor de Dios! ¿Tú le dirías a una señora maltratada que vaya con su maltratador a una sala y que se digan 'te quiero'? ¡Es una locura!", valoraba con acierto el colaborador. No obstante, Padilla parecía estar en bucle con su discurso: "El amor como amor, como concepto, el amor incondicional, el amor que antepongo a mi odio, mi rencor, mi envidia... Antepongo mi amor. Si hay amor, olvidamos el resto. Si hay amor, olvidamos lo que ha sucedido":
Las palabras de Paz Padilla saltaron al momento a las redes sociales, donde se encontraron enseguida con la censura del feminismo, pero también del resto de ciudadanos comprometidos con la lucha contra la violencia machista. De hecho, una de las primeras en tirar de las orejas a la presentadora ha sido la periodista Ana Bernal-Triviño, experta en género que participó en la docuserie de Rocío. Ella y muchos otros han escrito comentarios como estos en Twitter:
La indignación encumbró de nuevo a Padilla a lo más alto de las tendencias de Twitter, por eso la presentadora quiso intentar recular, aunque sin éxito, en su siguiente aparición en Sálvame el miércoles. Sin hacer ninguna referencia explícita a su irresponsable discurso, ha aprovechado la polémica en torno a la estatua de Chiquito de la Calzada en la que también está implicada, para matizar sus palabras.
Criticada por sus compañeros por no haber ido al homenaje a Chiquito, expicó que "cuando yo estaba tan desesperada con mi Antonio, decía 'ya verás cómo el amor lo puede todo'. Parece ser que no lo puede todo, pero siempre perdura. Chiquito, te quiero con locura", añadía sin querer mojarse más en el asunto y eludiendo todo tipo de rectificaciones y responsabilidad.