Solo hay un pecado igual de grave que el de hacer una tortilla española sin seguir rigurosamente las pautas establecidas: cocinar un arroz con cosas y llamarle paella. Las leyes gastronómicas de un país como España no están escritas, pero porque no hace falta. Si algo nos une a los españoles, de todo el espectro político y condición social, son las aberraciones culinarias que se hacen más allá de nuestras fronteras y de las que se presume después en las redes sociales.
El último en probar en sus carnes la ira de los paladares españoles ha sido el bueno de Robert Paterson, un señor canadiense que vive en Knowlton, Quebec, y tenía una vida tranquila escribiendo una serie de libros breves para Amazon donde analiza el mundo de las redes sociales y la inteligencia artificial. Quizás, después de lo ocurrido, pueda escribir un único volumen dedicado a la tortilla española como desencadenante del bullying transfronterizo.
Fue el pasado 2 de enero cuando Robert, para darse una alegría comenzando este 2022, quiso tirar la casa por la ventana y prepararse "mi versión de la tortilla española" que, de primeras, ya nos decía que le llevaría una hora preparar. Sospechoso cuanto menos. Si miramos la fotografía que compartió junto al mensaje las sospechas ya se confirman: queso, salchicha, patata, champiñones, pimiento, gambas y, seguramente, otros alimentos que no acertamos a distinguir, cocinándose en una sartén.
Tiempo después, Robert mostró la imagen después de echar el huevo directamente encima del preparado:
El acabado no lo hemos podido ver, pero no nos hace falta para intuir cómo ha quedado la tortilla de Robert que, en un primer momento, pasó sin pena ni gloria por Twitter. Solo algunos días después, esta misma semana, los españoles dieron con la receta y se ensañaron con ella, como suele ocurrir en estos casos:
El intento de tortilla de Robert se hizo tan viral que incluso el chef José Andrés quiso tomar cartas en el asunto y darle un tirón de orejas y un par de consejos. Le da las gracias por las ganas que le ha puesto y por compartir su experimento culinario, e incluso reconoce que se han escrito muchos libros en los últimos años en los que figuran múltiples ingredientes para esta receta tan española, "pero la de hoy es solo con huevos, patatas y cebolla (a veces)":
El pobre Robert, en la diana internacional, ha ido analizando con mucho humor su situación: "He causado una tormenta en Twitter al publicar una foto de mi versión de la tortilla española, ¿quién lo hubiera pensado?", se preguntaba, ironizando con que su hermana se lo había advertido y avanzando que se atreverá a hacer una versión de la paella también. Incluso se ha creado él mismo el hashtag #SpanishOmelette y ha querido responder con chistes a los ataques:
Sin embargo, más tarde, suponemos que un poco harto de que su móvil echase humo con las menciones, ha terminado algo cabreado:
"Toda España me está atacando", se ha quejado el pobre Robert al que, suponemos, ya no le quedarán ganas de compartir su versión de la paella.