"Este... Este es el resultado del bullying. Mi hijo bonito estaba luchando en una batalla de la que no hemos podido salvarle. Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada como padre que puedas hacer. No hay señales, sólo palabras hirientes de otros que finalmente nos han robado a nuestro Drayke". Estas palabras son de Samie Hardman, una madre estadounidense cuyo hijo se suicidó a los 12 años.
La progenitora se pregunta ahora en Instagram cómo un niño, que apenas tenía 12 años y que "era amado por todos", "piensa que la vida es tan difícil que necesita salir de ella".
El motivo es que en la escuela le hacían bullying. Según los padres del menor, Drayke era maltratado física y verbalmente por su agresor. De hecho, una vez llegó a casa con un moratón en el ojo como producto de los puñetazos que recibía.
Recuerda esta madre en su post que Dryke era "el centro" de toda su familia: "Tenía una luz que iluminaba, una personalidad ingeniosa y esos ojos azul bebé que conquistaron al mundo".
Dryke era un apasionado del baloncesto y el jazz. De hecho, según su madre, el pequeño soñaba con ser el jugador "más bajito" de la NBA. De hecho, su familia fue recibida en la cancha de baloncesto por un jugador de los Utah antes de uno de los partidos del equipo.
"Ahora serás para siempre el protector de tus hermanas mayores. No estoy segura de cómo navegar esta vida sin ti. Supuestamente, yo iba a pasar el resto de mi vida contigo y, en lugar de eso, eres tú quien ha pasado el resto de la suya conmigo", expone la madre.
"Su propósito era enseñar bondad, mostrar amor, él fue amigo de todo el mundo. Una vez entrabas en la tribu de Drayke, siempre estarás ahí", concluye.
La publicación ha traspasado las fronteras de Instagram y ya es viral en otras redes sociales como Twitter.