El discurso con el que Pablo Casado se ha despedido ha llamado a la "concordia" y a "superar enemistades y fracturas". Una defensa de la unión y de la responsabilidad política que contrasta con la soledad con la que ha acabado su última intervención en el Congreso quien aún es presidente del Partido Popular.
Tras la encendida ovación que le han brindado sus compañeros de partido, Casado ha abandonado su escaño y ha salido del hemiciclo. El apoyo que parecían darle sus más cercanos, la mayoría en pie, podría haber hecho pensar que iban a continuar apoyándole hasta las últimas consecuencias, pero nada más lejos de la realidad. Tan solo le han seguido en su marcha Pablo Montesinos, vicesecretario de comunicación, Antonio González Terol, vicesecretario general, Ana Beltrán, vicesecretaria de organización.
Habrá que ver lo que sucede ahora con su acta de diputados, toda vez que parece claro que la fidelidad que han demostrado a Casado augura su consiguiente salida del partido. Las redes han acogido este acto de Montesinos, González Terol y Beltrán como un ejemplo de lealtad que han echado en falta por parte de otros compañeros de partido.
Incluso el periodista Antonio Maestre, subdirector de La Marea y muy crítico siempre en redes con toda la derecha, ha alabado la actitud de Pablo Montesinos (a quien, por cierto, ya había atacado en un tuit de 2013): "Un poco de humanidad entre tanto miserable", ha dicho ahora.
La imagen de Casado saliendo del Congreso, después de que Pedro Sánchez aceptase su dimisión, también ha dado que hablar en redes, siendo objeto de diversos memes, empatía incluso entre quienes nunca habían apoyado a Casado y críticas a los que ahora no se han mostrado, a su juicio, leales.
Destaca el tuit del ministro de Consumo Alberto Garzón, quien considera "cínica" la actitud del PP de aplaudir y dedicar palabras de reconocimiento a Casado a la vez que "lo traicionan".